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Qué harán con la comida...

06/02/2023
 Actualizado a 06/02/2023
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Por suerte o por desgracia, en función del lado desde el que se esté mirando el asunto, en esta España nuestra hay acciones sancionables para las que sale más a cuenta tirar para adelante y pagar la multa que el evitar contravenir las leyes. A veces es cuestión de echar números y ver qué sale más rentable, si el pasarse de la raya a sabiendas de que no se deben hacer así las cosas y esperar la sanción pero ganar dinero o el perder de ganar dinero sabiendo que la multa es una décima parte de los beneficios obtenidos. Por poner un ejemplo, que a veces la diferencia es abismal.

Me contaba hace tiempo –bastante, evidentemente mucho más allá de los plazos de prescripción de los casos– un hostelero que a él le salía más rentable incumplir los horarios de cierre que cerrar a la hora. En aquel momento la sanción por cerrar el local más allá de lo establecido eran 300 euros. Posiblemente la mitad por pronto pago. Pero vamos a dejarlo en 300 euros de multa si cerraba treinta minutos más tarde o cinco horas después de lo decretado en su licencia.

El bar se ponía hasta la bandera jueves, viernes y sábados y, por lo visto, podía tener ciento y pico clientes consumiendo alcohol hasta las ocho o las nueve de la mañana que ya tenían que entrar allí con las hidrolimpiadoras y los contenedores a recoger basura. En números por encima, cada hora que estaba de más podía despachar unas doscientas copas. A cinco euros cada una, por la mañana eran cinco o seis mil euros más que había en la caja, de los cuales daba muy bien para pagar los 300 de multa, que le llegó en muy contadas ocasiones.

En este mismo periódico podrá leer que la empresa que gestiona los comedores del Hospital de León tendrá que pagar 200 euros de multa, sí, 200, por el incidente de las larvas en la sopa de fideos que se sirvió en el complejo asistencial hace unos meses. Para la administración eso es un hecho «grave» pero «puntual», como dejando de lado los episodios parecidos que ocurrieron en los colegios hace unos años. Esto ocurre en colegios y hospitales. Y usted, desde fuera, preguntándose qué harán en muchos sitios con la comida.
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