Angel Suárez 2024

Puestos por el Ayuntamiento

14/12/2014
 Actualizado a 07/09/2019
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Es toda una tradición navideña leonesa el que nuestra Policía Local haga el ridículo permitiendo toda clase de atentados contra el belén que se instala en la mismísima puerta de sus oficinas en la plaza de San Marcelo.

De modo que si usted es un ciudadano honrado al que las urgencias de su jornada laboral le obligan a dejar el coche dos minutos en una parada de autobús de Padre Isla, no verá transcurrir el primero antes de tener encima a uno de estos aguerridos agentes con el boletín de denuncia en una mano y el bolígrafo en la otra; pero si tiene usted la suerte de ser un vándalo sin escrúpulos, podrá pintarrajear las fachadas de León entero, patear contenedores sin tasa, y hasta emprenderla a palos contra el Niño Jesús armado con el cayado de San José –no en el portal de Belén, sino en el portal de las dependencias policiales– sin temor a que ningún municipal perturbe su desahogo.

Por lo general, a los políticos no les preocupan estos papelones; al contrario, les encanta que la Policía Local no se meta en peleas y se centre en la labor recaudatoria de la que tan necesitadas están las arcas de nuestras Administraciones locales. Las intervenciones de la Policía en estos actos vandálicos pueden desembocar en diálogos poco democráticos con los asaltantes, incluso algunos quinquis podrían considerarse injustamente reprimidos en su ocio y causar molestos dolores de cabeza al concejal de turno.

En estas circunstancias, uno se pregunta si Francisco Fernández no tenía nada mejor en lo que gastar el dinero público que en el avanzadísimo simulador de tiro que les instaló en el CHF, que incorpora la última tecnología en realidad virtual para el entrenamiento táctico ¿No habría sido más barato comprarles una PSP para que se entretuviesen entre multa y multa? Tan asombroso debe ser el aparato que hasta un tal Major Dr. Mohammad Aldihani se desplazó la semana pasada desde Kuwait, con toda una delegación, para verlo funcionar y hacerse una foto de grupo con Emilio Gutiérrez que bien podría pasar a los anales del esperpento leonés.

Precisamente Emilio Gutiérrez anunciaba al inicio de su legislatura una nueva Policía de proximidad, más cercana al ciudadano, y no sé ustedes, pero personalmente no tengo el menor interés en que la Policía Local se me muestre cercana, sino más bien en que cumpla con su deber y proteja nuestro patrimonio público y privado de estos febriles cavernícolas que cada noche de fin de semana campan a sus anchas por la ciudad. Y, a ser posible, que a los demás nos extorsionen un poco menos.
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