PSOE, UPL y Vox posibilitan un "balón de oxígeno" económico para San Andrés

El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo podrá afrontar las cuentas de los próximos años con «normalidad» tras el «alivio» y «el balón de oxígeno» logrado este viernes en el pleno «más importante de la lesgislatura». Las palabras de la alcaldesa, Camino Cabañas, definieron lo que fue la sesión extraordinario cuyo punto principal era la adhesión del Consistorio a las medidas económicas propuestas por el Ministerio de Hacienda para municipios con especial dificultad financiera.

Es decir, casi hechas a la medida del Ayuntamiento del alfoz, y de hecho se había solicitado desde el equipo de gobierno en numerosas ocasiones que se flexibilizaran las condiciones para devolver la deuda que el Consistorio tiene con el Estado, que asciende a 59,5 millones de euros.

De esta forma, ahora el Ayuntamiento tiene que devolver esta cantidad (resultante de tres créditos que se fusionarán en uno solo) en diez años más, con el consiguiente incremento en cerca de 6 millones de euros del pago de los intereses. Pero el aspecto positivo es que cada ejercicio será una cuantía menor la que hay que sufragar (3,2 millones), puesto que sin esta ayuda del Gobierno sería cerca de 5 millones cada ejercicio, con el consiguiente problema para un municipio que ha logrado recuperar la capacidad inversora en los últimos años y que incluso lleva dos seguidos con superávit, pero que aún tiene dificultades para incrementar los ingresos. Además, el periodo de carencia se incrementa en dos años, así que el primer abono tendrá que ejecutarse antes del 31 de diciembre de 2022, y no en 2020.

Pero no fue fácil que se aprobaran estas medidas para flexibilizar las condiciones de los préstamos estatales, puesto que los votos del PSOE solo estuvieron acompañados por los dos de UPL, que ya habían manifestado el día anterior que apoyarían estas propuestas, y del edil de Vox, logrando así los once votos necesarios puesto que sin mayoría absoluta no podría salir adelante.

«Son medidas beneficiosas pero no gratis», reconoció el concejal de Hacienda, Benjamín Fernández, quien se comprometió, al igual que la regidora, a «no esconder la cabeza» pero sí «cumplir y dar servicios dignos». De hecho, esta modificación permitirá que se incremente la capacidad para invertir, pero también para amortizar deuda, tal y como apuntó la alcaldesa, que enumeró algunos de los proyectos que PP, Ciudadanos, Podemos e IU llevaban en sus programas políticos y que no podrían ejecutarse sin este cambio.

Tanto la portavoz del PP, Noelia Álvarez, como la de Podemos, María del Carmen Álvarez, acusaron al PSOE de querer «hipotecar el futuro» del municipio, al incrementar en diez el número de años en los que devolver la deuda. «Está claro que todos queremos mejoras en el municipio, pero la medidas de IU no son las del PSOE», apuntó la portavoz de Izquierda Unida, Laura Fernández, al tiempo que recriminó al PSOE que haya un ahorro bruto en 2018 pero que aún se deban ciertas cantidades.

«¿De verdad no somos capaces de conseguir 1,5 millones de euros?», se preguntó el portavoz de Ciudadanos, Jorge Martínez Domaica, aludiendo así a la cantidad que el Ayuntamiento dejará de abonar anualmente con esta medida. «Ya se está trabajando en eso», respondió Cabañas, que argumentó que «los datos positivos de los dos últimos años surgen de hacer los deberes».

Por su parte, la portavoz de UPL, Rosa Fernández, recordó que durante años hubo un remanente negativo de 10 millones de euros cada ejercicio, y ahora había superávit, de ahí que aplaudiera estas medidas, mientras que Fernando Prieto Olite, de Vox, señaló que «se han perdido ocho años y solo se han subido impuestos», aunque finalmente dio su voto a favor.

Además, durante el pleno se aprobó la cuenta general, con un ahorro bruto de 5,9 millones de euros.