"Prohibido no visitar la Cueva de Valporquero"

La Cueva de Valporquero y su entorno acogió este miércoles la inauguración de 23 nuevas creaciones artísticas en la tercera fase de la muestra Arte y Naturaleza, que ya integran ochenta obras. También se inauguró Los osos de Arbolio, sobre la presencia de este animal en la la comarca, montada por la Fundación Oso Pardo (FOP)

Fulgencio Fernández
05/07/2018
 Actualizado a 18/09/2019
El presidente Martínez Majo y varios diputados provinciales escuchan las explicaciones de Luis García sobre la obra ‘Cuélebre’, de Cebolledo. |  SAÚL ARÉN
El presidente Martínez Majo y varios diputados provinciales escuchan las explicaciones de Luis García sobre la obra ‘Cuélebre’, de Cebolledo. | SAÚL ARÉN
Saliendo desde debajo del colorista mural en el que Carlos Cuenllas ha convertido la taquilla de acceso a la Cueva de Valporquero, Luis García —responsable de la exposición Arte en la naturaleza, desde el ILC— va introduciendo a la comitiva desplazada ayer a la gran cueva y su entorno en un mundo de magia, arte, leyenda y naturaleza que se van dando la mano. Va explicando las claves de los diálogos que mantienen las obras y el espacio que las acoge, Arte y naturaleza, por encima de movimientos o tendencias, hay diálogos desde el hiperrealismo, la figuración clásica, minimalismo, fotografía, pop art, land art... Nada más comenzar ‘el viaje’ aparece la obra ‘Cuélebre’, de David Cebolledo, pintura realista cargada de simbología. Un singular ojo de ese animal legendario de estas tierras que salta del propio marco del cuadro para completarse con la roca que lo acoge.

Por el camino —vigilados desde lo alto de la roca por las cabras que allí pastan, y que curiosamente miran a una obra de Amancio González titulada Pastores— van apareciendo otros muchos guiños al lugar que acoge las 80 obras de la muestra. Sobre el mismo riachuelo que excavó durante miles de años la cercana cueva Begoña Rodríguez ha colocado su casa de los peces, muy cerca viven los insectos que Ana María Loreto retrata posados en su mano izquierda disparando la cámara con la derecha. Jonás Pérez, en medio de las rocas, nos enseña el primitivismo del trabajo artesano en piedra... Algunos de los artistas están presentes y explican ellos su trabajo, como Ana María Loreto. «Quiero mostrar mi vínculo con la naturaleza, con sus seres más pequeños, los insectos, a los que llevo a mi mano izquierda para retratarlos con la derecha y tener a veces la suerte de que mientras lo haces se te posa una mariposa». Es su proyecto a Namalario.

_ ¿Y cuántas obras acoge ya Arte y Naturaleza?
- Ochenta, de sesenta y cinco artistas, entre las tres ediciones de la convocatoria.
- ¿Cuántas nuevas para esta tercera edición?
- Veintitrés.

La III convocatoria de Arte y Naturaleza en el entorno de la Cueva aporta 23 nuevas obras, lo que completa una gran muestra de ochenta piezas de 65 artistas diferentes Las obras jalonan todos los caminos. Los montes cercanos, el camino de entrada hacia la cueva, el parque infantil que permite a los niños jugar mirando al impresionante paisaje y obras como la curiosa fotografía de un árbol en medio de la soledad del pantano vacío de Barrios de Luna fotografiado en plena noche por Mar Moñi o la curiosa y espectacular figura de ‘Sarita de Valporquero’, en la que sobre una imagenjuvenil de Sara Montiel viste a la artista de piezas que son guiños a la propia cueva o el entorno.

En fin, sería inacabable contar todo el viaje, el extenso diálogo entre el arte y la naturaleza que allí se ha establecido y cuya última obra es un coche antiguo de Esther Santás y que, explica Luis García, «mira hacia La Vid».

- Hemos querido que así sea porque en La Vid está misma obra, en el Centro de Interpretación del Clima, muy cerca de aquí y en dos lugares donde se produce este diálogo entre arte y naturaleza y donde se pretende que las exposiciones sean un componente de dinamización de los lugares que los acogen.
En La Vid hay ahora mismo una gran muestra de Jonás Pérez y Eduardo Arroyo.

FOP: "Queremos unir el esfuerzo de la Fundación para promocionar el oso como un recurso turístico que se sume a este gran reclamo que es la Cueva de Valporquero" También el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, incidió en las palabras iniciales del encuentro, que estas dos muestras —Arte y Naturaleza y Los osos de Arbolio— «son un aliciente más para visitar la joya de la naturaleza más importante de nuestra provincia; a la que más queremos», a la vez que las muestras —como también señalaron desde la FOP— se «benefician de estar en un lugar que el año pasado ha recibido 76.000 visitas», aunque lamentó que «el 81% de ellas llegaran desde fuera de la provincia». Por lo que concluyó, «animo a los leoneses a que conozcan la cueva; tenía que estar prohibido salir de la provincia sin conocerla».

Se mostró esperanzado pues las cifras de este año 2018 están siendo realmente buenas: «Desde el 1 de marzo ya han pasado 24.641 visitantes. De esta cifra, como cada temporada, el mayor número se produce en el recorrido normal, con 12.164, seguido por el recorrido largo, con, 11.074. Valporquero Insólito, la ruta que se puso en marcha con motivo del 50 aniversario, registró 441 visitantes, mientras que el curso de aguas llegó hasta los 962 usuarios».

Los osos de Arbolio

La última parte del recorrido es la muestra ‘Los osos de Arbolio’, que ha montado allí la Fundación Oso Pardo (FOP) y que cuenta con varios paneles, una pantalla táctil y dos monitores de televisión, entre otros elementos, con los que hace un recorrido interactivo por la vida de los osos cantábricos, su biología, sus problemas de conservación –y sus soluciones-, y pone especial atención en las acciones llevadas a cabo en el marco del proyecto LIFE, cuyo objetivo consistió en crear las condiciones favorables para reconectar los dos núcleos de oso de la Cordillera, separados y aislados desde principios del siglo XX por un área de unos 50 km de anchura. Este espacio es conocido como corredor interpoblacional. Está atravesado por infraestructuras viarias y fue objeto de una intensa deforestación en el pasado, pero cuenta a su vez en su zona leonesa con un territorio de enormes valores naturales, los espacios de la Red Natura 2000, Valle de San Emiliano, Hoces de Vegacervera y la Montaña Central de León, y una importante actividad ganadera que ha modelado el paisaje a lo largo de los siglos. González Antón explicó que «las acciones del LIFE, que se encuentran expuestas en la muestra, se han dirigido a favorecer este asentamiento plantando más de 95.000 árboles y arbustos autóctonos, mejorando los pasos de fauna en infraestructuras viarias, restaurando hábitats de importancia para el oso pardo en la Red Natura 2000 y mediante acuerdos de custodia del territorio».

En el corazón de este corredor de conexión se encuentra la Cueva de Valporquero. «Queremos unir el esfuerzo de la Fundación para promocionar el oso como un recurso turístico que tiene que ser ordenado y tener su cabida en los planes provinciales y autonómicos», señaló el secretario del Patronato de la Fundación, Carlos González-Antón, quien recordó que «el oso y el hombre siempre han tenido en esta comarca buena convivencia, con algún problema pero buena».
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