Ponferradina 4 - 0 Málaga: 'Soñando a la sombra de un Naranjo'

Un doblete del delantero y los goles de Yuri y Agus Medina colocan a la Deportiva como líder en solitario

Alejandro Cardenal
19/09/2021
 Actualizado a 19/09/2021
Naranjo celebra su segundo gol ante el Málaga. | LA LIGA
Naranjo celebra su segundo gol ante el Málaga. | LA LIGA
La Deportiva sigue empeñada en hacer soñar a toda una comarca. El conjunto berciano volvió a dar otro recital ante el Málaga, al que goleó (4-0) en un partido que los blanquiazules dejaron encarrilado en una primera parte para enmarcar y cerraron nada más volver de los vestuarios.

En un nuevo recital colectivo brillaron dos nombres con luz propia: Naranjo y Yuri. El primero, que cada partido que pasa se parece más a aquel delantero que triunfó con el Nàstic, dejó el partido prácticamente visto para sentencia con un doblete en el primer acto y el hijo adoptivo del Bierzo, al que por mucho que le pese a algunos no se le acaba la magia, lo terminó de ‘matar’ desde los once metros con un lanzamiento a lo Panenka. Cerró la goleada a diez del final Agus Medina, aunque la guinda a otra tarde histórica la pusieron los tropiezos de Sporting y Tenerife, que ponen a la Deportiva como líder en solitario.

Lo cierto es que la Ponferradina tenía ante sí una opción muy ‘golosa’, seguir demostrando que este arranque de temporada no es fruto de la casualidad y ponerse como líder provisional a la espera de lo que haga el Sporting.

Semejante ‘caramelo’ duró menos de lo que lo hubiera hecho en la puerta de un colegio. Ni el empeño que semana sí semana también tienen los desalmados de la sala VOR en que los bercianos protagonicen un movimiento ludita 2.0. frenaron a una escuadra blanquiazul que salió en tromba.

Un minuto de tregua le concedieron a un Málaga que comprobó en sus carnes muy pronto que 90 minutos en El Toralín son ‘molto longos’. En una jugada de picardía después de un saque de banda rápido, Víctor Gómez hacía penalti sobre Edu Espiau, una pena máxima que terminó revocando el VAR pero no desanimó a los de Jon Pérez Bolo, que tienen más que claro cual es la receta para seguir haciendo historia: seguridad en defensa, presión intensa sin balón y verticalidad con él.

La Ponferradina tenía ante sí una opción muy ‘golosa’, seguir demostrando que este arranque de temporada no es fruto de la casualidad y ponerse como líder provisional

Y el gol no tardó en llegar. Naranjo se movió como pez en el agua por todo el frente de ataque y abrió la veda con un disparo cruzado desde la frontal ante el que quizá Dani Martín podría haber hecho algo más, pero que vale lo mismo que un premio Puskas.

Los blanquiazules, a los que eso de especular les provoca urticaria, vieron al Málaga ‘grogui’ y se lanzaron en busca de un segundo tanto que solo tardó en llegar por el empeño del cancerbero en resarcirse de su falta de reflejos en el primer tanto evitando dos goles cantados de Edu Espiau y Yuri.

Sin embargo, el brasileño, que no es de lo que se rinden a las primeras de cambio, terminó encontrando su recompensa por partida doble, primero asistiendo de cabeza a Naranjo a la salida de un saque de esquina para que el onubense rematase la faena en boca de gol y después desde el punto de penalti, ya en la segunda parte, aprovechando la jugada tonta de la jornada.

Edu Espiau era empujado en la frontal y en su caída arrastraba a dos defensas del Málaga, entre ellos Juande que, pensando que había sido falta del delantero, cogía el balón con la mano dentro del área. Yuri no desaprovechó el regalo y sentenció el choque con toda la serenidad del mundo.

Los casi cuarenta minutos que todavía quedaban por disputarse fueron un trámite. El Málaga, más por orgullo que por talento y aprovechando el respiro que se tomó la Deportiva, trató de maquillar el resultado, pero ni un par de errores de Amir, que no tuvo su mejor tarde, lograron meter en el partido a los andaluces.

La expulsión de Haitam a un cuarto de hora del final tras una acción en la que estuvo a centímetros de tatuarle una bota a Ríos Reina en la cara fue la puntilla a un partido que murió con la Deportiva gustándose y tras el tanto de Agus Medina, buscando una ‘manita’ que redondease otra tarde mágica.

El quinto no llegó, pero ni falta hizo. Los últimos coletazos del partido fueron una fiesta y los menos habituales tuvieron minutos de rodaje en un Toralín que sigue soñando con su equipo. Desde luego, la temporada del centenario no podía empezar mejor.
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