Ponferradina 2 - 1 Coruxo: 'Una Deportiva de siete vidas'

Triunfo clave ante el Coruxo gracias a los tantos de Donoso y Yuri, ambos en el descuento / Buenos detalles del extremo y Yelko Pino

A. Cardenal
04/02/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Yuri remata ante el guardameta del Coruxo. | DANIEL MARTÍN
Yuri remata ante el guardameta del Coruxo. | DANIEL MARTÍN
Produce escalofríos solo pensar donde estaría la Deportiva si los partidos durasen 80 minutos, sin el gol de Pallarés sobre la bocina al Pontevedra, la remontada exprés ante el Cerceda o el tanto de Andy en Toledo.

Los bercianos tienen siete vidas y nunca se les puede dar por muertos. Ayer fue el Coruxo el que lo descubrió por las malas. En un partido clave en el que la victoria significaba poner tierra de por medio con el descenso a costa de un rival directo, la Ponferradina se llevó el gato al agua con los zarpazos de Donoso y Yuri, ya con el tiempo cumplido, que hicieron inútil el tanto de Álex Arias en el arranque de la segunda mitad.

El descuento volvió a salvar a los de Carlos Terrazas, que fueron de más a menos. Tras un buen comienzo liderado por un Yelko Pino cómodo y participativo entre líneas, la escuadra blanquiazul se desinfló y el Coruxo, sin hacer demasiados méritos, se encontró por delante en el marcador.

A partir de entonces se vio a la ‘vieja’ Deportiva, un equipo que necesita asumir demasiados riesgos para crear peligro y lo paga concediendo espacios a la espalda de los centrales. De hecho, Mandaluniz hizo posible el enésimo milagro de la temporada con una parada clave a un disparo de Higón que refrendó lo que ya se intuyó en Majadahonda, que el vasco pagó la novatada en sus primeros partidos.

Con los gallegos envalentonados y gustándose ante la acumulación de despropósitos de los locales, llegó la locura. Donosopuso las tablas cazando un rechace en el área y Yuri, tras un saque de esquina, selló una remontada vital que en cualquier caso, no camufla que la Deportiva sigue en la UVI.


El nueve que es un diez


Aunque en Segunda B los dorsales no tengan dueño, los números no han perdido su misticismo; el nueve para el goleador, el diez para ese jugador diferente, con duende, capaz de cambiar el partido con un quiebro, un pase, un regate.

En la Deportiva los papeles se han cambiado. La Deportiva se plantó ante el Coruxo con un once en el que, con permiso de Yuri –el eterno ‘10’ del conjunto berciano– sobresalía un nombre: Yelko Pino. El ex de la Cultural eligió la Ponferradina para volver a sentirse futbolista y que su figura deje de asociarse al vídeo viral que le costó su salida del Reino de León y en su debut ante su nueva parroquia –ya disputó algunos minutos ante el Rayo Majadahonda– dejó claro desde que es algo más que una frase lapidaria.

Con el mediapunta sobre el campo, las dos caras de la Deportiva fueron más evidentes que nunca. Cuando los blanquiazules tuvieron el balón cerca del área de influencia del gallego, se vio un equipo cómodo, rápido y fluido; cuando no le encontraron, volvió la falta de ideas y la circulación lenta, tosca y previsible.

Si bien la primera ocasión fue para el Coruxo con un disparo desde la frontal que atrapó Mandaluniz, en cuanto Yelko entró en juego, los bercianos se hicieron con la batuta del partido.

Pozueta Rodríguez casi amarga el reencuentro de Yuri con el gol.En el minuto diez el brasileño cazó una volea en semifallo de Isi desde el pico del área, pero el colegiado anuló el tanto por fuera de juego. Poco después el mediapunta, tras una gran combinación con el propio Yuri, se quedó a milímetros de llegar a un balón que le hubiera dejado mano a mano con Alberto.

La Deportiva se atasca


Tras un arranque que invitaba al optimismo, el partido se congeló. El Coruxo entendió que secar a Yelko era secar a toda la Deportiva y retrasó la línea de presión, dejando que la zaga y la medular tocase con tranquilidad, pero mordiendo cada vez que el balón llegaba al tridente Isi-Yelko-Menudo.

La segunda mitad empezó con un jarro de agua fría. Después de que Mandaluniz pusiera a prueba el corazón del Toralín regateando a Álex Arias y que Yelko tuviera la oportunidad de estrenarse como goleador con un disparo desde la frontal que le salió muy centrado, el Coruxo, al contragolpe –como no– se adelantaba en el marcador.

El conjunto gallego dio un recital de eficiencia: una llegada, un gol. También consiguió partir a la Deportiva en dos. Con la obligación de asumir riesgos, Terrazas movió el banquillo dando entrada a Donoso, que debutaba con un ‘papelón’, y Iago Díaz en lugar de Isi y Cidoncha. Los cambios, lejos de revolucionar el partido, dieron alas al Coruxo. Y es que con Saúl como único centrocampista ‘puro’ en el césped, la Deportiva se descosió y cada robó de balón de los gallegos fue una amenaza para Mandaluniz.

Así, Crespo e Higón acariciaron la sentencia, pero el primero se topó con el larguero y el segundo con el cancerbero blanquiazul.

Casi sin tiempo y con Donoso haciendo sus primeras diabluras por la banda, llegó la remontada. El extremo puso las tablas en el 91’ tras una jugada embarullada en el área y Yuri, en el último suspiro, apareció en el segundo palo tras un saque de esquina para sellar una victoria que permite viajar a Valladolid con un colchón de ocho puntos respecto a la zona de descenso.
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