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Plátanos de Canarias

27/09/2021
 Actualizado a 27/09/2021
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Meses antes de que el volcán de La Palma comenzara a arrojar lava y a arrasar cuanto encuentra a su paso, también unas cuantas plantaciones, los productores de plátanos de Canarias ya habían lanzado un mensaje de socorro porque la nueva Ley de la Cadena Alimentaria pone al sector contra las cuerdas al establecer unas condiciones que dan ventajas a las importaciones y penalizan al producto nacional.

Vaya, qué casualidad que esta España nuestra prefiera beneficiar a los de fuera a costa de perjudicar a los de dentro… Lo mismo que ocurre con los de las pateras y los afectados por la erupción del volcán que se han quedado sin casa y están hacinados en polideportivos porque los hoteles están ocupados. Y lo mismo que ocurre con las legumbres y la patata por citar un par de alimentos, o la electricidad, que se la compramos a precio de oro a Francia y aquí cerramos las centrales «porque contaminan» pero pretendemos cubrir los pueblos leoneses de placas solares y los montes de aerogeneradores.

A mí me gustan muchas frutas pero los plátanos nunca me han hecho gracia. Le confieso que es un sacrificio enorme tener que comer uno pero reconozco que es un alimento muy saludable y por supuesto que nada tienen que ver los de Canarias con las bananas caribeñas que vienen a intentar apartar de la cesta de la compra al producto nacional compitiendo en precio a costa de la calidad y de las ventajas arancelarias patrocinadas por las administraciones públicas.

Con la desgracia de La Palma, además de recurrir a organizaciones y cuentas solidarias donde es importante remarcar que no siempre se sabe a ciencia cierta si llegan los donativos, si queremos echar una mano lo tenemos tan fácil como consumir plátanos de Canarias y rechazar las bananas de ultramar, matando de este modo dos pájaros de un tiro. Consumirá un producto de calidad frente a uno de dudosa procedencia y beneficiará a alguna de esas diez mil familias palmeñas que viven de este cultivo en una isla que se cubre de cenizas. Otro día ya hablamos de otros productos, que la lista es demasiado larga.
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