19/12/2014
 Actualizado a 19/09/2019
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Iba a escribir del segundo cumpleaños del mundo, después del 2012, cuando nos libramos por pelos de la hecatombe de los mayas. Uff... Pero no. Voy a ser prosaico y no creáis que me gusta.

Voy a hablar de lo mal que pone todo el mundo al pobre Mariano. Rajoy, por supuesto. No tenéis más que ver las televisiones, casi a cualquier hora, casi en cualquier día. Lo de la Sexta, tela. El chico este de Sabero, que es del Madrid perdido, amigo de Florentino, no tiene pérdida. Dale que dale que dale al Mariano. Lo simpático es que, las dos veces que le he visto, lo hace por amor al arte, para demostrar que es él muy de izquierdas. Nada más. La pregunta es: ¿de quién es la Sexta? Pues del hijo de uno que se hizo multimillonario con una editorial que nació, creció y se multiplicó bajo la protección de los faldones del uniforme del otro gallego. No entiendo nada. Apolítico, ¡eh!, de derechas de toda la vida.

Luego la Cuatro, sobre todo el chaval ese con cara de bueno que todas las mañanas se muestra sectario, mogollón de sectario. Pin, pan, pum. Leña al mono, leña a Rajoy.

¿Y de quién es la Cuatro y la 5? Pues de don Silvio, ‘il bello’ italiano, el que es más capo que todos los capos y más golfo que Casanova. ¿Rojo?, hombre, don Sil va a ser que no. No entiendo nada.

Pero, lo gordo es que los de derechas reconocidos, la tele de los curas o la Intereconomía en internet, pongo por caso, ¡le dan más que los otros! Pero por otras razones: por mariquita, porque no envía la legión por el Maestrazgo, porque es un flojo. Señor, señor..., no entiendo nada.

Ya no hablo de los ‘plumillas’ de los diarios de derechas, o sea, casi todos, ni de los rogelios de Internet, tipo ‘El Plural’.

A ver: que Mariano ha dado mil motivos para que le arreen por todos los lados, vale, completamente de acuerdo. Por Pinocho, sobre todo, por sobrao, que es un sobrao, porque se baja los pantalones siempre delante de la alemana... Pero, ¿no os parece extraño que le den todos, sea cual sea su ideología? A mi sí. No entiendo nada.

Pobre Mariano. Y, encima, como es medio masoquista, ¡se quiere volver a presentar en las próximas elecciones! No, si no tiene remedio. Le da lo mismo que las encuestas le den una bajada bastante peor que de la bolsa; le da lo mismo que nadie quiera pactar con él; le da lo mismo ser el tipo más odiado de España o casi.

Debería hacérselo mirar, debería pensárselo más de una vez y abandonar la vida pública. Entre Galicia, donde nació, León, donde creció, y Alicante, donde tiene el curro, sería un tipo normal, rico y descansado. Uno no sabe el valor que tienen estas pequeñas cosas hasta que las pierde siendo, por ejemplo, presidente del gobierno.
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