21/11/2015
 Actualizado a 09/09/2019
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La fotografía, y los fotógrafos, (o foteros, como decimos en el medio) han tomado una superlativa relevancia cultural en Astorga. Desde luego toda comparación es odiosa pero yo, me gusta aventurarme en estas cosas, diría que en este siglo el arte visual ha recogido el testigo que dejó a mediados del XX la literatura en la ciudad. ¿Exagerado? Solo el tiempo lo dirá pero los mimbres de la cesta son excelentes. Un ramillete de fotógrafos, que incluye a profesionales y aficionados, está poniendo luz, cara y paisaje, de una manera auténtica y personal, a todo cuanto nos rodea.

Algo que hace más valiosa aún esta ‘colección’ es su diversidad: fotógrafos de patrimonio, de paisajes, retratistas, de moda o de experiencia visual. Esta ‘escuela’ de Astorga de fotografía alberga una amplia y diversa riqueza artística que no es fácil de ver tan concentrada.

Hace ya más de dos décadas que el emblema del contenido (audio) visual en la ciudad se llama Imagen Mas. Una empresa que, asentada en Astorga, es puntera en fotografía patrimonial así como en la elaboración de grandes formatos y diseño web. Su gerente, Miguel Pérez, ha conseguido que su negocio sea un verdadero referente en todo el país. En su web pueden ver todo lo que son capaces de hacer, que es mucho.

Amando Casado es un pintor de luz. Juega con ella, la trata, la aumenta o distorsiona. La mueve a su antojo. Pude ver hace algún tiempo su trabajo junto al poeta Antonio Gamoneda; excelso e impresionante tratamiento de fotografía. Un veterano, maestro de fotógrafos, que hace de la expresión fotográfica algo casi palpable y tangible. Un astorgano que podría abanderar esta generación.

Hablamos de fotografía, aunque el autor que a continuación quiero significar está en otro universo (paralelo eso sí) que Casado. Seguro que a muchos de ustedes les suena. Un fotógrafo de moda que está, pues eso, muy de moda. Es maragato también, residente en León, y se llama Gus Geijo. Se puede decir alto y claro que ha dado un paso al frente en foto de moda y modelos. Su ya personalísimo fondo blanco, cuya ejecución tuvo (al principio) muchos detractores, es ahora su marca, su seña y su gran virtud. The White Room, su estudio, es una oda a ese color. Fotografía que saca la verdad de sus modelos y a la que también se han acercado actores o deportistas, entre ellos el mismísimo Rafa Nadal. También algún que otro plumilla. Gus ha sido un caso de tenacidad, perseverancia, trabajo y talento. Ahora, cual roquero, realiza ‘workshops’ a lo largo y ancho de esta nuestra España. Su consagración como ponente llegó sin duda en ‘Photoquivir’, en Sevilla, donde asombró a los 3.000 fotógrafos que allí se concentraron. Este año ha conseguido traer la experiencia a León. Si quieren ustedes algo diferente no duden en ponerse en contacto con él.

Otros foteros astorganos también están dando que hablar fuera de nuestras ‘fronteras’. Una de ellas es Cruz Campa, que después de ganar concursos y participar en exposiciones está colaborando con una de las revistas más importantes de moda en este país. ’Yo dona’ ha sabido ver la potencia visual de Cruz y no ha dudado en acogerla. Tampoco deberían olvidar su nombre. Otros como Domingo Vela o Marta Río también están ofreciendo trabajos de calidad, y están también en Astorga.

En cuanto a los aficionados son dos los casos que me llaman la atención. Javier del Otero, ‘Jalisko’, quien juega con el movimiento y el paisaje urbano en Astorga de una forma casi mágica, y el que sin duda es una de mis debilidades: Andrés Palmero. Ranommanfotho. Una bestia salvaje con una cámara en la mano cuyas imágenes trascienden el marco donde se fijan. Instantáneas llenas de verdad, alegría, dolor, asombro, rabia, pena o melancolía. Hace poco nos sorprendía con una muestra en el restaurante Karne Magna que no dejó indiferente a nadie. ‘Distancia justa’ se denominaba, y créanme cuando les digo que algunas de las imágenes allí expuestas me causaron sensaciones que pocas expresiones artísticas habían conseguido. Brutales. Un tipo que sabe lo que es el dolor y la alegría en su máxima expresión, y que unido a su talento y mirada hacen de él un fotógrafo capaz de todo. Una rana con dos lentes por ojos.
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