Petroglifos en Santa Marina

Santa Marina de Torre ‘acoge’ los primeros petroglifos encontrados en el Bierzo; en 2013, con ellos, la Junta Vecinal ha realizado una Ruta de los Petroglifos señalizada, con 3,1 kilómetros de recorrido

José Vicente Álvarez de la Cruz
27/07/2020
 Actualizado a 27/07/2020
Melchor Moreno, presidente de la Junta Vecinal, observando los petroglifos y uno de los parajes cercanos al pueblo en los que aparecieron, los Paxaxes.
Melchor Moreno, presidente de la Junta Vecinal, observando los petroglifos y uno de los parajes cercanos al pueblo en los que aparecieron, los Paxaxes.
Santa Marina de Torre es un pueblo encumbrado en los Montes de León y rodeado de espectacularesy agrestes paisajes. Forma parte del municipio de Torre del Bierzo. Y es ahí, en pleno corazón del Alto Bierzo donde, en 2013, se encontraron varios petroglifos, los primeros del Bierzo,que vinieron a incrementar la enorme riqueza arqueológica de la provincia de León.

Como tantas veces ocurre en los descubrimientos históricos, fue un habitante de la zona, Juan Carlos Garrido quien protagonizó el hallazgo. Cuando él era un niño iba con su abuelo a recoger castañas y cargar los ‘urizos’ en el carro. En el camino de vuelta, se fijaba en los agujeros perforados en las rocas, similares a los que se utilizan en el juego del guas (canicas), y que sólo podían haber sido hechos por manos humanas. Al descubrirse los famosos petroglifos de la Maragatería, Juan fue el que dio la voz de alerta para señalar la existencia de unas misteriosas incisiones, en las rocas de los montes de Santa Marina.

A través de la asociación Carqueixa del Bierzo contactaron con el investigador Juan Carlos Campos, que tanto ha contribuido a desentrañar los enigmas de la Historia Antigua leonesa y a plantear nuevas preguntas. Campos constató la semejanza con los petroglifos encontrados al otro lado del Manzanal, en pueblos como Filiel y Lucillo. El estilo era el mismo. La técnica, idéntica.

Los petroglifos de Santa Marinaaparecieron en tres lugares no muy lejanos del pueblo. Esos tres lugares eran los parajes de ‘Las Albarrazas’, ‘La Peña del Trigo’ o la ‘Peña el Trigal’ y ‘Los Paxaxes’.

Los petroglifos tienen forma de “cazoletas”, surcos, semicírculos, formas ovaladas y de cruz.

¿Quién hizo estos signos? Los indicios apuntan a las tribus de la Edad del Cobre (3000 AC). Tribus que vivían de la agricultura y la ganadería y que además explotaban activamente las riquezas metalúrgicas de nuestra tierra. Se asentarían en las zonas altas, más fácilmente defendibles. Seguramente las guerras entre ellos serían frecuentes por la posesión de los recursos mineros. Sociedades contemporáneas, tal vez, de las que realizaron las pinturas de Sésamo, en la Peña Piñera. Serían pueblos que marcaban claramente cuál era su territorio, lo cual ha llevado a algunos a interpretar que los petroglifos indicaban los límites de los pueblos indígenas.

Pero otras interpretaciones proponen que estos signos sean de carácter religioso. Primero, porque aparecen colocados en una especie de “tableros” situados enfrente de montes muy altos. Los montes más altos se solían considerar sagrados. En el caso de los petroglifos maragatos el monte emblemático era el Teleno. En Santa Marina sería el monte Pero. Por el carácter de “vasos comunicantes” de los signos se ha querido intuir en ellos una función religiosa en la que la ofrenda de líquidos (¿leche, vino, cerveza, sangre?) fuera la protagonista. Esta es la hipótesis que tiene más fuerza hoy en día sobre su significado.

Desde esos miradores se domina un amplio espacio de bóveda celeste. Tal vez estos “tableros” podrían ser una especie de mapa del cielo nocturno para realizar rituales astronómicos, como sostienen otros investigadores.No es descartable que los astures siguieran dando un carácter especial a estos signos y a estos lugares. Tampoco es descartable que los propios astures realizaran algunas o todas estas inscripciones. Pero, aunque sabemos que los astures adoraban a dioses que residían en la cima de las montañas, muy poco es lo que sabemos del mundo de sus imágenes sagradas.

Otros signos, los cruciformes, pueden ser, en algunos casos, de época medieval. Quizá un intento de dar sentido cristiano a símbolos que eran importantes para los pueblos, aunque ya no recordaran su significado original.

La zona de Santa Marina de Torre es rica arqueológicamente y tal vez se puedan encontrar más petroglifos. De hecho, cerca de los parajes mencionados está ‘La Cueva del Moro’, con indicios de presencia humana muy temprana. Así mismo, otro presunto ‘tablero’ fue destruido al construir la carretera que daba acceso a la mina de cielo abierto de La Adonina. Era La patada de Nuestra Señora: una serie de incisiones con forma de pie de mujer, de herradura y de huella de burro y vaca. Desgraciadamente, sólo conservamos de ello el recuerdo de la tradición oral.

La Junta Vecinalse ha preocupado por establecer una ‘Ruta de los Petroglifos’, señalizada, de trayecto circular, fácilmente paseable y de una distancia de 3.1 km. Un aula de interpretación en el futuro sería interesante para reforzar la llegada de visitantes. Gracias a ello, todos tenemos la posibilidad de visitar con respeto este interesantísimo rincón berciano que guarda estas reliquias milenarias de la Historia leonesa. Una Historia apasionante, que hay que vivir en el terreno y que es un motor de turismo y riqueza para nuestros pueblos.
Lo más leído