Su regreso a la cárcel de León es inminente. Sólo ha sufrido el rechazo frontal de un sicario exlegionario, al que cambiaron de módulo El jurado detalló en su veredicto unánime que las pequeñas estaban indefensas y que no tuvieron la posibilidad de defenderse. Algunas vecinas, de hecho, relataron espeluznadas durante el juicio los terribles gritos que oyeron aquel día. Gritaba Candela, la niña mayor, que apuraba los últimos días de vacaciones de verano con su padre y que dos días después iba a hacer su Primera Comunión.
Durante el juicio, el propio Oubel reconoció haber matado a sus hijas y estar «muy arrepentido». Esta confesión llevó a su propio abogado defensor a aceptar que el parricida –tal y como pedían fiscal y acusación particular– fuera condenado a la pena de prisión permanente revisable, recogida en la última reforma del Código Penal y que por primera vez se aplicara en España.
Regresará a Mansilla
Además, David Oubel no podrá acercarse a menos de un kilómetro de la madre de las niñas, su exmujer, ni comunicarse con ella en 30 años, y deberá indemnizarla con 245.000 euros por el doble asesinato.
Colabora en las tareas de Enfermería y durante un tiempo compartió celda con otro preso asturiano que a veces perdía la consciencia El regreso de Oubel a la cárcel de Mansilla de las Mulas es inminente. Hasta hora ha vivido ‘protegido’ en el módulo de Enfermería por orden de la dirección del centro penitenciario, donde aspiraba a ser ordenanza y cobrar un sueldo.
La adaptación de Oubel a prisión fue «buena». Hasta la fecha, sólo ha sufrido el rechazo frontal de uno de los reos, un sicario exlegionario con el que el parricida de Moraña ya no tendrá más problemas: fue trasladado de Enfermería al módulo 1 por dar positivo en cannabis.