Otro país, otra experiencia para crecer

Tras su paso por Francia, Chipre y República Checa, el leonés Eloy Alonso dirige este año al histórico Arzignano, doble campeón de Italia este siglo y que milita ahora en Segunda

Jesús Coca Aguilera
28/09/2021
 Actualizado a 28/09/2021
Eloy, pidiendo explicaciones al árbitro durante un partido en República Checa. | SVAROG
Eloy, pidiendo explicaciones al árbitro durante un partido en República Checa. | SVAROG
De sacar grandes jugadores, tener a finales de los 90 un equipo en la élite como el Dulma Astorga y a principios de los 2.000 uno que ‘amenazaba’ con entrar en ella como el Ram, León pasó a quedarse prácticamente huérfano en cuestión de fútbol sala.

Un deporte que con el Mundial que se está disputando gana protagonismo estos días y que es de hecho muy practicado en los colegios, pero no tiene referentes en una ciudad donde los ‘brotes verdes’ los pone un Trepalio cuyo crecimiento en los últimos años ha sido enorme y esta campaña tendrá a su juvenil en División de Honor, la máxima categoría del fútbol español.

Pero donde León sí tiene un nombre que va quemando etapas y acercándose en cada una de ellas a lo más alto es en los banquillos, donde el que fuera extraordinario portero, Eloy Alonso, continúa dando pasos adelante aunque para ello tenga que irse a muchos kilómetros de distancia de su casa.

«Arzignano es equipo mítico, con mucho seguimiento y reconocimiento en la ciudad, y con una base muy sólida» Otro país y con ello otra experiencia para crecer anotará en su currículum esta temporada Eloy, que se fue a la liga italiana, la más potente junto a la española y la portuguesa, para fichar por un histórico del país transalpino como es el Arzignano, que este mismo siglo ha sido dos veces campeón de liga y una de Copa y ha jugado competición europea, pero que ha caído ahora a una segunda categoría, la Serie B, desde donde intentará relanzar su proyecto el leonés.

Es la quinta liga distinta en seis años para Eloy, cuyo mejor aval es el haber dejado buen sabor de boca y llegar a la meta fijada en todos sus anteriores destinos. Del Zamora en el que también había jugado se fue a Francia, donde cogió a un Bastia Agglo hundido a mitad de temporada y el primer año le libró del descenso y el segundo pese a tener de objetivo la salvación le colocó sexto, la mejor posición de su historia.

«Adapto mi estilo a lo que hay. Con equipo muy joven aquí busco juego dinámico, tipo Cadenas en balonmano» Eso le ganó un lugar en Chipre, en el Limassol, donde tuvo que abandonar antes de tiempo un proyecto a dos años que iba viento en popa al meterlo en el primero en el ‘playoff’ por el título y las semifinales de Copa, por la grave enfermedad de un familiar que le hizo volverse a casa, donde mientras cuidaba de él se quedó entrenando ‘a tiro de piedra’ al Guardo palentino.

Y el año pasado se fue a la República Checa, al Svarog Teplice. Allí teóricamente había cinco equipos muy por encima del resto, pero entró en las eliminatorias por el título tras acabar a tres puntos del primero la liga regular y llegó a semifinales de Copa, engordando un currículum que tiene ahora la ocasión de tomar brillo en Italia.

«Es casualidad y fruto de que no me cierro las puertas a salir el enlazar 4 países. Sirve para conocer otras culturas» «Toco madera, pero hasta ahora he cumplido el objetivo marcado siempre», señala Eloy, que explica el hecho de no echar raíces en ninguno de los equipos contando cómo «en Francia me ofrecieron seguir pero surgió la gran opción de Chipre, ahí tenía contrato pero pasó el problema familiar y en la República Checa la temporada había sido muy buena y mi idea era continuar, pero apostando por que siguiera mucha gente. Con la planificación que se estaba haciendo decidí que era mejor volver a cambiar de aires».

Tuvo una buena oferta de Francia, otra de Rumanía... pero se decidió por Italia, «donde me apetecía probar por ser una de las mejores de Europea y por tratarse de un equipo mítico, con mucho seguimiento y reconocimiento en la ciudad y tiene una base muy sólida».

«Querría un gran proyecto en España, pero debo seguir trabajando, hacerme un nombre y ganar experiencia» Eso sí, pese al nombre del equipo, en cuestión de objetivos «hay que tener los pies en el suelo. Es una plantilla muy muy joven, con una media de edad de 21 o 22 años y solamente un veterano que tiene 52 años, que es Marcio Brancher, que es una leyenda del fútbol sala en Italia. Contamos con un buen meta brasileño, Matheus, con el joven Antonio Molaro que es internacional y estamos tratando de incorporar alguno más, que me hubiera gustado traerme tres o cuatro jugadores del Svarog pero cuando vine ya era muy tarde y estaban comprometidos con otros equipos. Con todo eso diría que cuanto más arriba mejor, pero es un año complicado no por falta de calidad sino de experiencia».

Necesitará un nuevo proceso de adaptación también un Eloy que lo ve no obstante más sencillo que en anteriores destinos: «Al final es adaptarte y tener mucha mano izquierda. En Francia y Chipre tenía traductor del club, en la República Checa entre el inglés y que yo hablo portugués y tenía ocho brasileños lo ventilé bien, pero aquí en Italia como es un idioma bastante similar en muchas cosas, con mi español y algunas palabras en italiano nos entendemos. Además en el club son todo facilidades y en el día a día Italia es lo más parecido a España donde he estado».

«En León falta un referente arriba. La única opción de proyecto fuerte a corto plazo es que entrara la Cultural» Y pasando por ligas tan diferentes, ¿su estilo es siempre el mismo? «No, te tienes que adaptar, no es lo mismo cuando fui a Francia jugándote a cara de perro la salvación, sabiendo que hay equipos superiores y debes usar tus bazas para salvarte, a Chipre o Chequia con equipos más determinantes, que aquí que me adapto a lo que encuentro, un equipo más joven al que quiero dar un juego más dinámico, tipo Manolo Cadenas en balonmano».

«Ha sido casualidad y consecuencia de que no me cierro las puertas a salir fuera», señala sobre la gran variedad de ligas por las que ha pasado, incidiendo en que «es una manera de conocer países, gente y otras culturas», pero teniendo claro que «claro que me encantaría irme a Primera española que es lo que buscamos todos o a un proyecto con aspiraciones en Segunda, pero es complicado. Soy joven y tengo que seguir trabajando, haciéndome un nombre y ganando experiencia».

¿Lo ideal? Que fuera en León, aunque parece difícil hoy por hoy: «Se está trabajando muy bien en el Trepalio, pero falta ese referente arriba para que los chicos tengan un espejo al que querer llegar y la ciudad al que seguir, ahora mismo la única opción de tener un proyecto fuerte a corto plazo que vería sería que decidiera entrar de lleno en el fútbol sala la Cultural».
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