Opositar y trabajar al mismo tiempo, ¿cómo combinar ambas obligaciones?

L.N.C.
15/06/2021
 Actualizado a 16/06/2021
opositar-trabajar-16062021.jpg
opositar-trabajar-16062021.jpg
Cuando una persona se prepara oposiciones, el escenario ideal es que pudiera dedicar todo el tiempo posible a esa tarea, es decir, tener dedicación exclusiva para el estudio. Sin embargo, esto no siempre ocurre y, de hecho, son pocas las veces en las que se da esta situación.

Miles de personas, por no poner un orden de magnitud más elevada, se ven obligados a realizar ambas tareas al mismo tiempo. Las razones pueden ser muy variadas: querer cambiar de empleo y pasarse al sector público o bien ya trabajar en este ámbito pero no con plaza propia, sino como interino. Además, a todo esto, se suman las obligaciones familiares que multiplican el esfuerzo a dedicar cuando hay hijos en casa.

La elección de cada opositor es propia, pero en muchas academias y centros en los que preparan a profesionales son más partidarios de buscar una fórmula que integre ambos escenarios en lugar de abandonar el empleo para dedicarse sólo a estudiar. Te mostramos algunos consejos que ofrecen desde la academia de oposiciones Practic cuando toca opositar y trabajar.

¿Qué debemos tener en cuenta si nos toca trabajar y estudiar?

Son muchos los parámetros a valorar cuando hay que prepararse unas oposiciones. Es lógico pensar que la persona que tiene dedicación exclusiva va a ir más preparada a los exámenes, pero ella también se enfrenta a dificultades como, por ejemplo, no tener otras tareas que le permiten desconectar.

Sea como fuere, si te toca trabajar y estudiar, es importante poner sobre la mesa cuatro condicionantes: cómo es la oposición a la que te quieres presentar, qué tiempo tienes para estudiar, cuánto queda para los exámenes y cuál es tu compromiso real con este objetivo.

A partir de ahí se puede desarrollar un planning, un calendario, en el que se van fijando hitos a cumplir. No es tan relevante que no se alcancen ciertos objetivos específicos como que se vaya avanzando en el proceso, especialmente cuando el tiempo que queda hasta los exámenes es todavía muy extenso.

No obstante, tener mucho tiempo disponible es también un arma de doble filo, pues no siempre se obliga uno lo mismo cuando ve ese comodín a mano. Un elemento que siempre ayuda en este proceso es conocer la fecha de convocatoria, pues sabiendo esto se pueden planificar mejor todas las obligaciones.

Poner toda la carne en el asador, el reto es mayúsculo

El desafío de opositar y trabajar al mismo tiempo es todo un reto muy importante. En realidad, no existe ninguna oposición que sea sencilla, pues la clave no es la dificultad de los exámenes a superar, sino la combinación de estos con el número de plazas disponibles y el total de opositores que se presentan.

Es evidente que en las oposiciones de judicatura, donde los aspirantes deben aprenderse en torno a 300 temas o incluso más, combinar estudios con trabajo es realmente complicado. Pero si hablamos de la rama educativa, muchas de las personas que se presentan sí se preparan durante el mismo curso escolar en el que ya ejercen como docentes.

En cualquier caso, si hay un aprendizaje esencial que hay que adquirir desde el primer momento es que el proceso es una carrera de fondo, hay que tomárselo con calma y no desistir ante la primera complicación.

El trabajo puede ser una vía de escape a los estudios, como también los estudios al trabajo, y hay que saber encontrar ese equilibrio, junto con la vida familiar, y la insuficiente vida social que resta, para dirigirlo todo al objetivo final: conseguir una plaza en el sector público.

Hábitos saludables y equilibrados de vida

El balance, como sinónimo de equilibrio, es uno de los grandes secretos en todo este proceso. El cerebro funciona mucho mejor por la mañana. No es un tema baladí, es una cuestión de ritmos circadianos. De este modo, si te toca trabajar a partir de las 8 de la mañana, incluyendo el trayecto hasta el lugar de trabajo, puedes adelantar la hora de despertarte para estudiar un poco por la mañana. Así, estos conocimientos que adquieras estarán ya en tu mente.

Esto obliga, por supuesto, a descansar bien e irse a la cama pronto, no tomar cenas muy copiosas y dormir entre 7 y 8 horas diarias. Si a todo esto añades, siempre que sea posible, un poco de actividad física, lo que estarás haciendo es poner a tu cuerpo en el camino correcto para aprobar las oposiciones.

Otro punto importante es confiar en amigos y familiares para que sirvan de estímulo. Hay mucha gente que se ensimisma mucho, que se quedan para ellos todas sus preocupaciones. Esto puede ser un error porque, aunque hay personas que se pueden sentir presionadas por preguntas constantes, hacer partícipes al círculo familiar y de amistad más cercano de este intento de aprobar unas oposiciones va a ayudar a que respeten mejor los turnos de estudio o la falta de contacto temporal.

Junto a estos hay otros muchos consejos, como cuentan desde la academia de oposiciones de Barcelona, Practic. Paciencia, equilibrio y planificación, sin abandonar, son el camino para alcanzar la tan ansiada plaza y la estabilidad económica y laboral que mereces.
Lo más leído