En Babia se recluían los reyes que quería huir del estrés de palacio, y que usaban su retira como picadero, es fácil intuir que en todos los sentidos de la palabra. Ahora sigue habiendo nobles a los que les gusta visitar la comarca, como los que se dieron cita el pasado fin de semana en Lago para el sorteo de los cotos de caza, entre los que estaba nada más y nada menos que Borja Corsini de la Calle, padrino del último nieto de la Casa de Alba.
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