Obras faraónicas

Si un día de vinos o de copas por el barrio Húmedo con un amigo que viene del otro lado del Manzanal, como dicen ellos y ya a determinadas horas, le cuenta a la cuadrilla que se le ha ocurrido proyectar un túnel kilométrico para unir el Bierzo y Sanabria, lo primero que le apunta es que ya va siendo el momento de ir retirándose a descansar. Si es algo bruto en las formas, puede advertirle de la conveniencia de dejar algunos malos hábitos o, si ya es difícil, pensar en cambiar de proveedor.

Son conversaciones de bar, al fin y al cabo, y entre amigos en las que más o menos todo tiene un hueco. El problema es cuando esas ideas peregrinas se llevan a la política municipal y después se cuentan al ciudadano como si fuera algo serio, comprometiendo a una obra faraónica de este calibre el futuro de la comarca berciana. La misma comarca que es un buen ejemplo de la España vacía porque cada día que pasa se desangra económica y socialmente desde que dio la espalda a la minería y las térmicas, sin pensar que el turismo está muy bien y ayuda pero la industria siempre será el motor de la maquinaria.

Los niveles de la política de esta Españita nuestra ya los conocemos y no dude que después de tanto tiempo nosotros mismos somos culpables. Tanto de lo concerniente a la cantidad como de la calidad del producto. Y lo del ‘cabreratúnel’ solo es un ejemplo de las decenas que salen todas las semanas para decirle que urge, antes de que sea demasiado tarde, una reforma integral de la normativa que impida que cualquiera pueda llegar a ocupar un cargo público desde el que decir tonterías y que esas bobadas le sean aplaudidas.

Está ahora mismo España en general y nuestra provincia en particular como para obras faraónicas… Nos olvidamos de que somos un país que pretende cobrar por usar unas autovías que en algunos tramos parecen caminos de cabras, porque no tiene o dice que no tiene capacidad económica para arreglar los baches, y proponemos abrir nada menos que un túnel de 30 kilómetros por una de las zonas paisajísticas más admirables de León y atravesar otra de gran valor en la vecina Zamora. Seamos serios.