No es oro todo lo que reluce

Pedro Ludena comenta la película de Olivia Wilde 'No te preocupes querida'

Pedro Ludena
30/09/2022
 Actualizado a 30/09/2022
Florence Pugh es la protagonista de ‘No te preocupes querida’.
Florence Pugh es la protagonista de ‘No te preocupes querida’.
‘No te preocupes querida’
Director: Olivia Wilde
Intérpretes: Florence Pugh, Harry Styles, Chris Pine, Olivia Wilde
Género: Suspense-terror
Duración: 123 minutos

'No te preocupes querida’ podría resumirse en una sola frase: «No es oro todo lo que reluce». Y es que esta sirve tanto para sintetizar su argumento, una utopía artificial donde se irá descubriendo que las cosas no son lo que parecen, como para su valoración, la que aparentemente tiene todas las bazas para ser una película memorable acaba siendo decepcionante y, con el tiempo, olvidable. Y eso que uno de los grandes problemas de la cinta es la fama que la precede.

Para empezar, gran parte de la expectación hacia ‘No te preocupes querida’ se debe a su elenco, encabezado por la prometedora Florence Pugh y el cantante más escuchado del momento, Harry Styles. El peso de la película recae enteramente sobre los hombros de la primera, cuya actuación destaca por encima de las demás, presentando un rango de emociones que van desde la ingenuidad al puro terror y que dejan claro el talento de la joven actriz.  Mientras que el segundo, en la línea de la propia cinta, pasa más desapercibido. Pero lo más destacable del reparto no son sus actuaciones, sino toda la polémica a su alrededor en los últimos días, incluyendo un supuesto escupitajo de Harry Styles a su compañero Chris Pine durante el Festival de cine de Venecia, que no ha sino popularizado más este estreno, aunque no de la mejor manera.

Además, este es el segundo trabajo de la directora Olivia Wilde, que con su opera prima ‘Booksmart’ sorprendió con una visión actual de las películas «coming of age», aquellas historias protagonizadas por jóvenes, generalmente en el instituto, que a través de las experiencias que viven a lo largo de la trama acaban de cierto modo madurando para el final de esta. Con un punto cómico y realista, satisfizo a un público que esperaba que continuase con esa corriente vanguardista, con más películas que, a pesar de recuperar géneros y tramas ya clásicos, continuaran innovando en el desarrollo de sus personajes y adaptándolos a los tiempos que corren. Sin embargo, ‘No te preocupes querida’ no hace nada por revitalizar un género que se ha puesto de moda en los últimos años, como es el de la ficción utópica o distópica, que ya se ha visto en películas como ‘Matrix’ o ‘Serenity’, o incluso en series como ‘Westworld’ o ‘Bruja Escarlata y Visión’.

Este tipo de películas siguen un mismo patrón: algo no encaja en ese mundo y tanto el protagonista como el espectador deben ir siguiendo los fallos del mismo como pistas para descubrir la auténtica realidad que se esconde tras el mismo. La clave del éxito de estas historias reside en dos vías diferentes: o bien mantener el suspense y el misterio sobre cuál es el secreto de ese mundo, por ejemplo ‘Shutter Island’; o bien, a pesar de conocerlo desde un inicio, desenvolver las razones que hay detrás de este, centrándose especialmente en la construcción de personajes y en sus motivaciones, como ‘El show de Truman’. Esta película no se decanta por ninguno de estos caminos, estrategia que en un principio podría parecer novedosa e inteligente, pero que finalmente nos deja con una historia inconexa y un tanto predecible, que da la sensación de estar incompleta. ‘No te preocupes querida’ podría haberse concentrado en su trama para que esta tuviera la coherencia y el suspense propios de una película de misterio, pero desde su inicio salta a la vista que en la impecable pulcritud de su mundo hay gato encerrado y hasta los más despistados pueden suponer de que se trata en el primer tramo de la cinta, de manera que no hay ese sentimiento de descubrimiento ni de tensión necesarios para que la película mantenga su interés hasta el final. O en cambio, podría haber dedicado sus esfuerzos a definir las razones detrás de la ilusión y de los que la habitan, configurando una obra que haga las veces de metáfora para ilustrar algunos problemas sociales tan presentes hoy en día como son el machismo o la falsa masculinidad. Sin embargo, tan solo acaricia la superficie de una idea: el orden para conseguir el progreso. Pero, ¿para qué?¿dónde está el objetivo de ese progreso?. Esa solo es una de las muchas cuestiones que quedan sin responder, junto con tramas abandonadas que no van a ninguna parte y que solo añaden minutos de más a la película, los cuales podrían haber sido aprovechados para centrarla y que esta apuntase a donde quiere ir, algo que no parece tener muy claro.

Pero no todo en ‘No te preocupes querida’ son sombras y no se puede ignorar lo bien que luce. La cinta está llena de color, aprovechándose de estar ambientada en un pueblo californiano de los años 50. El diseño de producción está en su punto, repleto de casas lujosas, vestidos llamativos y Cadillac brillantes; que captan y mantienen el interés del público, que de otra manera podría comenzar a aburrirse desde los primeros compases. La música es otra de las grandes bazas de la película, aunque en ocasiones se excede en su grandilocuencia, con un coro de voces femeninas cuya intensidad no es correspondida por la historia, tratando de dotar de cierta épica momentos donde el peso dramático no está a la altura de la emoción que se quiere transmitir, dando lugar así a momentos potencialmente intensos, pero que al final resultan vacíos.

En conclusión, ‘No te preocupes querida’ aspira a ser una película innovadora e ingeniosa, pero, a pesar de ciertos destellos de originalidad, se queda en una experiencia un tanto insulsa. Vale la pena por su fotografía y el posible interés que pueda generar en un primer visionado, pero con una historia predecible e incompleta, será difícil que alguien quiera volverla a ver, engrosando así una larga lista de películas que prometían mucho, pero que recordarán pocos.
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