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Neorrurales de Madrid

30/04/2021
 Actualizado a 30/04/2021
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Quedo con una amiga en un mercadillo al aire libre en una de esas aldeas de casas de granito de la sierra de Madrid. Entre el público, jerséis de lana, pantalones de campo y botas de trekking. Son neorrurales. Mi amiga me cuenta que la relación con los lugareños no es fácil. «Somos muchos ya. No les gustan las cosas que hacemos, como esta. Pero si no estuviéramos, ya habrían cerrado la escuela». «Aquí flota el gas radón, por el granito, estarán un poco chinados», digo. Se ríe. «Casi todos esos –señala alrededor– tienen medidores de radón en sus casas. Aquí el radón es un tema». Pasa un grupo de motoristas, otro de ciclistas. «Con la pandemia todo Madrid se viene a la sierra y está repleta de coches, ciclistas, excursionistas, moteros. Como no pueden ir a otro sitio. Madrid los expulsa», dice y mueve las manos hacia fuera. Una mujer saluda a mi amiga. Cuenta que está organizando una semana de cura detox, que si se apunta. Llega otra mujer. «Me piro que hoy he hecho canelones de atún y de carne para los niños y tengo la cocina manga por hombro». «¿Y para ti? Tú eres vegetariana», replica alguien. «Mira, es que ya no tenía energía para hacer más canelones. Probaré los de atún». Después se ponen a hablar de música folk. Casi todo el mundo canta o sabe tocar algún instrumento. Una dice que fue a clases de pandereta con fulanito, un músico célebre. «Salía de la clase con la cabeza cruzada, ya sabes, una mano toca un ritmo, la otra otro». «En León tocan los pandeiros», digo por aportar algo. «Sí, ¡yo me hice uno! Fui a clases. Conseguí una piel, la estiré. También lo toco». Cuando nos vamos, le pregunto a mi amiga a qué se dedican. Se encoge de hombros: traducción, fotografía, ‘coaching’... y luego hacen danza, aprende a tocar pandeiros, esas cosas. Me dice: «Aquí si tienes pasta te lo pasas pipa. Encuentras todo tipo de actividades absurdas». También me dice que hay mucho ecologista, vegano, negacionista y antivacunas. Que algunos pasan de las mascarillas. «La gente del pueblo tiene vacas, son ganaderos. Votan al PP. Son cabezotas, inamovibles, duros como el granito. Claro, chocan con los otros. Yo prefiero no saberlo ni meterme por el medio». Después mi amiga confiesa que muchos niños no están vacunados y en la escuela del pueblo hay un brote de varicela. ¿Quién tiene la cabeza más dura?

Y yo pienso, primero, que en la España vaciada hay sitio para todos. Después, que la sierra de Madrid no es la España vaciada precisamente. Y después, que la convivencia es esencial. Los nerorrurales no pueden expulsar a los habitantes de las aldeas, ni los habitantes podrían sobrevivir ahora sin los neorrurales. Pues eso.
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