"¿Negocio, negocio? La funeraria"

Fernando de ‘Los Tocineros’ de Sabero, hombre de mil oficios:tendero, ganadero, funerario... y en activo con 84 años "porque si me jubilo me muero". Todo un personaje, junto a su hermana Nieves

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
31/10/2015
 Actualizado a 16/09/2019
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– Tuvo vacas, tienda de todo, fue tratante de ganado, tuvo funeraria, carnicero ¿cómo Le llaman ‘el tocinero’?
– Ya, es que eso viene de mi padre y del abuelo y el bisabuelo, ¿cómo lo quitas?Ellos eran de Canseco, que allí les llamaban ‘los robustos’ y venían por aquí vendiendo de todo:salazones, embutidos... y tocino ¿Sigo?

– Quieto, ya lo entendí, ¿y de todos esos negocios alguno fue rentable, porque tiene 84 años y sigue trabajando?
– Vamos por partes.

– Vamos ¿Alguno de los negocios fue rentable?
– Todos, otra cosa es si quieres saber cuál es el más seguro. Pero no de los oficios que yo tuve, de todos, si quieres saber un negocio-negocio, la funeraria, ése nunca falla.

– Todos pueden fallar.
– Bueno, sí, si la gente se deja de morir la funeraria se va a pique, ahora mientras la gente se muera la funeraria funciona. Te lo digo yo.

– Le creo, pero entonces ¿porqué no se jubila con tanto como ganó con la funeraria?
– Para no morirme. Si me jubilo me muero. Mi padre se jubiló y se murió en cuatro días. Yo a los que se jubilan ya les digo, antes de dejarlo todo compra un huerto y sigue trabajando en él, aunque no te de nada.

– ¿Tiene huerto?
– Y sigo con la tienda, y tuve vacas hasta hace dos años, y crío conejos para regalar a los amigos y siego a guadaña...

– ¿Por no comprar una segadora?
– La guadaña es el mejor deporte que existe. Piensa en el movimiento de segar, mueves la cabeza, tuerces y ‘enderechas’ el tronco y a la cadera le das un aire que no veas.

– ¿Qué tal va de cadera?
– Tu eres un poco perro. De lo que estás pensando, nada. Pero como todos los de mi edad, que tengo 84 años. El otro día encontré a un carnicero de mi quinta y me preguntó si yo ‘funcionaba’, ya le dije, «yo no, tu tampoco y los que son como nosotros que digan lo contrario, mienten».

– Volvemos a la funeraria, que estamos por los Santos. Será seguro peroes un oficio duro.
– Hay que ser serio. Vas allí y ni una mueca, ni un gesto, ni una risa, ni nada. Después, ya en casa, si todo ha ido bien pues te tomas un wiski tranquilamente, que es tu trabajo. La verdad es que si era un conocido, un amigo, no tienes ganas de nada.

– Tiene ahí ataúdes de niños, eso sí que es duro, sea conocido o no.
– Es muy duro. Ahora por suerte ya no muere casi ningún niño, pero antes, al nacer, de cualquier enfermedad.

– Bueno, para acabar, ¿cuándo se jubila?
– ¿Otra vez? Vuelta la burra al trigo, que nunca. Y, por cierto, tú a ver si adelgazas que en muchos años en el oficio nunca enterré a un joven delgado. Ygordos ‘así de ellos’. Por preguntón.
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