Muñoz: "Paliar la despoblación es algo más que la ocurrencia de trasladar instituciones"

Entrevista a la nueva delegada territorial de la Junta

David Rubio / Alfonso Martínez
17/10/2021
 Actualizado a 17/10/2021
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Ester Muñoz es la segunda mujer que se pone al frente de la Delegación Territorial de la Junta en León. Lleva poco más de una semana en el cargo y ahora analiza sus principales objetivos para esta nueva etapa y las políticas que está poniendo en marcha la administración autonómica, además de la actualidad política de la provincia, el auge del sentimiento leonesista y los Presupuestos Generales del Estado. Tampoco rehúye la polémica por sus palabras en el Senado sobre la memoria histórica.

– ¿Cuáles han sido sus primeras sensaciones desde que tomó posesión como delegada de la Junta en León?
– Mi primera sensación ha sido de responsabilidad ante la enorme tarea que tengo por delante. Pero en cuanto te calmas un poco, lo afrontas con tranquilidad, porque tengo un equipo brutal en la Delegación. Solo hay que ver el trabajo que han hecho durante el último año y medio por la pandemia. Entonces, al incorporarte al equipo de funcionarios y jefes de servicio que la Junta tiene aquí en la capital, en El Bierzo y en el resto de la provincia, te tranquiliza saber que tienes unos profesionales así con los que vas a poder colaborar y trabajar. Y mi principal objetivo es acercar las políticas útiles del presidente Mañueco a todos los rincones de la provincia y traer un mensaje a todos los leoneses en el que creo profundamente, sobre todo después de los últimos años trabajando con él, de que el presidente Mañueco es el mejor aliado de esta provincia y de los leoneses.

– ¿Cuál es su estrategia para que esas políticas lleguen a los leoneses?
– Sobre todo, la presencia en el territorio. Recorrerme toda la provincia. Ser muy cercana con los alcaldes, que al final son los que están más próximos a los ciudadanos y conocen de primera mano sus problemas reales. Por ejemplo, mi primera visita como delegada de la Junta va a ser este lunes a La Cabrera. El primer alcalde con el que me voy a reunir es el de Encinedo, José Manuel Moro. Creo que es un mensaje potente que ha lanzado el presidente Mañueco, la cercanía, defender el medio rural, el municipalismo… Y por eso quería precisamente que una de mis primeras visitas fuese a uno de los sitios más alejados de la provincia, para que sientan que la Junta está con ellos, que no hay lejanía, que estamos allí con ellos y que vamos a escucharles. Tengo una reunión con el alcalde, luego con los empresarios de la pizarra, algo de lo que los leoneses nos sentimos profundamente orgullosos. El 80% de ese mineral sale de esta provincia y por tanto quería elegir un sitio simbólico que represente lo que está haciendo el presidente.

– No falta quien dice que este cambio busca un perfil más político en la Delegación de la Junta ante un posible adelanto de las elecciones autonómicas por parte del presidente Mañueco. ¿Cree que puede ser así?
– La realidad es que este cambio se produce porque el anterior delegado territorial, Juan Martínez Majo, pide al presidente de la Junta dejar el cargo. Y ese es el momento en el que el presidente busca otro perfil y tengo la suerte y la responsabilidad de ser la nueva delegada. Yo entiendo que la prensa y la sociedad quieran hacer terceras lecturas, pero la realidad es que el propio Juan es quien le pide al presidente dejar el cargo.

– ¿Pero contempla usted que haya un adelanto electoral?
– Bueno, yo veo que el presidente Mañueco no deja de insistir en que su intención es agotar la legislatura. Y no solo con palabras, sino también con hechos. Este jueves anunciaba por ejemplo que va a aumentar un 15% las becas para los universitarios, ha anunciado los 130 euros de ayuda directa para todas aquellas familias vulnerables que se van a ver con miedo a que se les corte la luz o que no van a poder pagarla el próximo invierno ahora que ha aumentado su precio un 300%, ha anunciado 100 millones de euros para combatir la soledad no deseada, algo que afecta tanto a esta comunidad y más concretamente a la provincia de León… No solo dice con palabras que su intención es agotar la legislatura, sino que con hechos él sigue trabajando poco a poco, recorriéndose esta comunidad autónoma. Ha venido muchas veces a la provincia de León, ha venido al Bierzo… Y yo creo que demuestra andando que su intención es agotar la legislatura.

– Pero hay gente que puede pensar que esos anuncios y esas medidas pueden formar parte precisamente de una especie de precampaña electoral…
– Eso sería así, si hablásemos de algo nuevo, pero durante este año y medio se han ido cumpliendo todos los compromisos. Con una pandemia mundial de por medio, de los cien puntos del acuerdo de gobierno con Ciudadanos ya casi llegamos al 90% de medidas que se han cumplido o están en fase de cumplimiento. Es decir, que incluso con una pandemia de por medio, hemos seguido trabajando. Esa lectura en clave electoral podría darse si no se hubiese hecho nada y de repente se empiezan a anunciar medidas, pero como el presidente ha estado desde el principio cumpliendo y haciendo cosas, creo que no hay que hacer esa interpretación.

No se pueden combatir los sentimientos. Yo quiero ser útil y trasladar que Mañueco es el mejor aliado de León– León es la provincia a la que más difícil es hacer llegar las políticas de la Junta. ¿Cómo va a gestionar el tema de la creciente reclamación de una autonomía propia para la Región Leonesa?
– Acercar las políticas de una institución al ciudadano es complejo. Probablemente, los que más fácil lo tienen son los alcaldes, porque al final te resuelven el problema si se te estropea la farola de enfrente de casa o te arreglan la acera. Entonces, cuando vas subiendo de nivel de administración, es más complejo acercarse al ciudadano. No creo que sea algo particular de León. Ahora que he estado en el gabinete con el presidente, me he dado cuenta de que muchos de los problemas y de las reclamaciones que hay en León son similares en Burgos, en Soria, en Salamanca… En todas tenemos la misma sensación, pero más difícil es aún llegar al ciudadano desde el Gobierno o desde la Unión Europea. Cuanto más alejada está la administración, es más complicado. Por eso yo vengo un poco a intentar recorrerme la provincia, estar con los alcaldes y que sientan la cercanía de una administración que además tiene grandes competencias. En cuanto a la creciente reclamación por parte de algunos sectores, yo no vengo a combatir absolutamente nada. Los sentimientos no se pueden combatir. No es mi misión y además es inútil. Cada uno puede sentirse como quiera. En esta provincia hay gente que se siente leonesa, hay gente que solo se siente berciana, hay gente que se siente solo española… Es absurdo que yo o que cualquiera pretenda combatir ideas y sentimientos. El que lo haga se equivoca y además no es útil. Yo quiero ser útil. ¿Qué pretendo? Mostrar a los leoneses que tienen en Mañueco el mejor aliado de todos, porque sus políticas les mejoran la vida. Cuando un presidente se preocupa de la luz, del miedo que muchos ciudadanos tienen ahora por si no pueden poner la calefacción, cuando un presidente pone una ayuda directa y no se enfrenta a las eléctricas, sino que habla con ellas para reforzar los convenios y que nadie se quede sin suministro, cuando un presidente se preocupa de que los servicios básicos de su territorio sean los mejores, cuando un ciudadano que tiene un hijo de cinco años sabe que va a estudiar en uno de los mejores colegios de España y de Europa… Eso es ser útil a los ciudadanos. Por lo tanto, en el terreno de las ideas, de los sentimientos, de la identidad, yo no vengo a combatir a nadie. Me parecería inútil, porque no puedes entrar. Entonces, yo sí quiero acercar estas políticas a los leoneses y persuadirles de que vean, como yo veo y creo, que el presidente Mañueco es su mejor aliado.

– ¿Se considera usted entonces una leonesista útil en la línea de lo que defiende la nueva dirección del PP de León?
– Por su puesto. El leonesismo útil lo defiende el partido en León y en la comunidad. El presidente Mañueco lo ha dicho en muchas ocasiones. El leonesismo útil es abordar los problemas reales de los ciudadanos y cumplir lo que se promete. Leonesismo útil es que han comenzado las obras del conservatorio, leonesismo útil es el centro de salud de la zona del Ejido o el de Sahagún, leonesismo útil es la estación de autobuses, que llevábamos muchos años esperando su remodelación… Eso es leonesismo útil, como los 130 euros de ayuda a las familias vulnerables para los gastos de la luz. Claro que todos compartimos esa idea del leonesismo útil, empezando por el presidente Mañueco.

El presidente demuestra con palabras y con hechos que sus intenciones pasan por agotar la legislatura– Son muchos los proyectos en marcha que tiene la Junta en la provincia. Ha citado algunos como la estación de autobuses, el conservatorio o los centros de salud del Ejido y Sahagún, pero también están pendientes la ampliación del polígono de Villadangos y del Parque Tecnológico. ¿Qué plazos maneja para que estas iniciativas sean una realidad?
– Empiezo con la misma frase con la que arrancaba la pregunta. Son muchos los proyectos en marcha que tiene la Junta en la provincia. La Junta está trabajando y está invirtiendo mucho en León, sobre todo si lo ponemos en comparación con los presupuestos que ha presentado el Gobierno de España, que vienen con nada. Torneros, que era su gran apuesta, nada. La circunvalación de la capital, nada. Feve, nada. El Emperador, nada. No traen nada para León. Lo único que anunció el presidente Sánchez el otro día es que lo que ya teníamos se queda. Hombre, gracias por dejarnos la unidad de drones y por potenciar la Ciuden. Frente a eso, hay muchos proyectos ya iniciados por parte de la Junta y por parte del presidente Mañueco. ¿Cuándo se van a terminar? Vamos a esperar a ver los presupuestos que en breve va a presentar la Junta. He tenido la primera reunión con los jefes de servicio de la Delegación y me van a avanzar en breve cuál es el estado actual de cada una de las obras, pero más allá de los plazos o de cuándo se van a terminar, lo importante es que están en marcha. Porque una pandemia te las puede paralizar medio año, o si hay un invierno con muchas nevadas, se pueden demorar. Entonces, más allá del tiempo, que estoy segura de que se cumplirán los plazos y ese es el deseo de la Junta, lo importante es que están en marcha, que no son promesas, que no son palabras como las del pacto de 24 puntos de la Diputación, que se ha quedado en nada. Lo importante es que están en marcha, que estamos trabajando en ello y que llegarán a buen puerto cuando tenga que ser.

– ¿Cómo valora el proyecto de descentralización de instituciones que ha presentado el Gobierno? ¿Comparte las palabras de Igea cuando dice que la Junta ya ha descentralizado las suyas?
– Tenemos varias partes de la administración de la Junta que actualmente están descentralizadas. Aquí tenemos el Procurador del Común y hay otras instituciones en Zamora, en Salamanca... Con respecto al proyecto del Gobierno, se habla de acercar el Estado para paliar la despoblación. Es un problema que nos afecta profundamente en la provincia, en la comunidad y en el interior de España. Por eso requiere un debate, sereno, profundo y real. Estas ocurrencias de descentralizar de repente las instituciones del Estado para paliar la despoblación… No mire, no nos utilice para su guerra contra Madrid. Nosotros queremos medidas reales que asienten población, traigan empresas aquí e industrialicen nuestro territorio. No tengo muy claro que traer un departamento ministerial a León solucione estos problemas. Entonces, dentro de esa reflexión profunda y serena, el presidente Mañueco ha puesto el problema de la despoblación en el panorama nacional. Ya le ha pedido al presidente del Gobierno en más de una ocasión reunirse por este tema. Ha tenido reuniones con otros presidentes autonómicos que sufren también la despoblación en sus territorios, como es el caso de Aragón, Castilla-La Mancha, de distinto signo político. Hay que avanzar en primer lugar en el concierto de las instituciones, ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas y el Gobierno. Y es necesarioun acuerdo entre las grandes fuerzas políticas que gobiernan España. El problema de la despoblación requiere una visión de país. Si el Gobierno quiere ayudar, no esnecesario hacer más Estado. El Estado tiene instituciones, alcaldes, comunidades… Eso es el Estado. Pero lo que hay que hacer es más país. Y eso se logra no teniendo una España a dos velocidades, en la que el interior va a una velocidad baja y la costa y la capital van a otra mucho más alta. Eso requiere medidas profundas que van más allá de traer una institución. Eso requiere apostar por el teletrabajo, facilitar las sinergias para que las empresas vengan a todo el territorio, plantearse si queremos un país en el que toda la población viva en 10 o 15 capitales o un país en el que todo el mundo pueda vivir donde quiera y trabajar en todo el territorio. Eso requiere también inversión en infraestructuras. Cuando el Gobierno de España no mira a León en los presupuestos y no nos dota de dinero para nada, ni la autovía a Valladolid, ni la autovía a Orense, ni el Corredor Atlántico… una se pregunta qué forma es esta de luchar contra la despoblación. Es que no creen en León y eso es muy triste.

No he sufrido el machismo, pero que seamos iguales en las leyes no significa que no haya que seguir trabajando– Ahora es la Junta la que tiene que aplicar la Ley de Memoria Histórica y lo ha demostrado con el compromiso de su vicepresidente con la fosa de Villadangos. ¿Sigue usted pensando, como dijo cuando era senadora, que es «gastar el dinero en desenterrar unos huesos»?
– En mi época como senadora, cuando el PSOE acusaba al PP de no aplicar la Ley de Memoria Histórica y de no tener sensibilidad, uno de los ejemplos que yo ponía era Castilla y León. Yo les decía, y ahí están los diarios de sesiones, que precisamente una de las comunidades que invierte dinero y tiene un mapa de fosas es Castilla y León. No es que la tenga que aplicar ahora, sino que la Junta lleva desarrollando la ley mucho tiempo y las asociaciones de memoria histórica lo saben. Con respecto a mis palabras, mi hoja de servicios como senadora refleja que una de las pocas mociones aprobadas por unanimidad en el Senado sobre memoria histórica lleva mi firma como portavoz en materia de justicia. En aquella época había una reclamación por parte de las asociaciones de republicanos para exigir la exhumación del Valle de los Caídos. Son gente que tiene familiares enterrados allí sin su consentimiento y, lo que es más grave, sin su conocimiento. Hubo un tiempo en que se llevaba a gente de las fosas sin avisar a los familiares y se les enterraba allí, lo cual me parece dramático. Yo me reuní con ellos en varias ocasiones. Uno de los problemas que tenían era que salió la sentencia de los hermanos Lapeña y el Gobierno de Mariano Rajoy iba a cumplirla. Se puso en contacto con el Valle de los Caídos para proceder a las exhumaciones. El prior había presentado un contencioso que paralizaba esa posibilidad. Yo fui tres veces al Valles de los Caídos. Me reuní con el prior y, dialogando con él, hablándole del sufrimiento de las familias, porque el sufrimiento de las personas no tiene ideología, y mostrándole la empatía que hay que tener, retiró el contencioso y comenzaron esos trabajos. Hoy están esos trabajos en marcha. Es decir, mis palabras fueron sacadas de contexto. Ahí está mi intervención. Yo no hable de fosas, no hablé de exhumaciones. Era un momento en el que el Gobierno no paraba de anunciar que iba a sacar a Franco del Valle de los Caídos y yo, como portavoz en materia de justicia, defendiendo a jueces, letrados y fiscales a los que se les debían siete millones de euros que habíamos dejado presupuestados y que el Gobierno de Sánchez no pagaba, dije que no parecía una prioridad sacar unos huesos. Me estaba refiriendo concretamente a los de Franco. Dicho todo esto, estamos en el juego político, es muy habitual sacar frases de contexto y yo muestro mis hechos, que están a la vista de todos. Y creo que a las víctimas, a los familiares, hay que mostrarles toda la empatía del mundo. Repito, el sufrimiento no tiene ideología. Lo que no comparto de lo que hacen algunos grupos políticos es utilizar precisamente el sufrimiento de esas familias con el objetivo de hacer partidismo y buscar confrontación.

– Podemos decir entonces que quienes quieren sacar a sus familiares de las fosas van a contar con su colaboración…
– Con la de la Junta, por supuesto, como han tenido siempre hasta ahora. Y también con mi mayor empatía, como les he demostrado en el pasado.

– Es usted la segunda mujer que llega a este cargo de delegada de la Junta. ¿Cómo ha sido su camino hasta aquí? ¿Ha tenido que superar muchas barreras? ¿Ha sufrido el machismo a lo largo de su trayectoria política?
– Mis padres me educaron en libertad y para ser independiente. Somos cuatro hermanos y nos han criado a todos igual, a las que somos chicas y a los que son chicos. He estudiado en el colegio y a mí nunca nadie me dijo que fuese menos que otro. En la Universidad éramos mas chicas que chicos en la carrera de Derecho. Fui de las senadoras más jóvenes de España, con 30 años. Con 34, el presidente de la Junta me pide que vaya a asesorarle y a estar en su gabinete, ahora me han hecho delegada territorial con 36 años. Yo no puedo decir que haya sufrido machismo. ¿Existe el machismo? Claro. ¿Hay mujeres que están sufriendo el machismo? Claro. ¿Hay techos de cristal? Claro que sí, hay que seguir luchando. No solo me preocupan los techos de cristal, sino también muchas mujeres que están por abajo. En una intervención en Estrasburgo, defendí una vez que no puede ser que en Europa siga existiendo la sharía y que haya muchas mujeres sometidas a eso. No nos podemos olvidar que hay mujeres para las que su mayor problema no es un techo de cristal, porque siempre nos fijamos en las mujeres directivas, que yo creo que eso también llegará con las nuevas generaciones, como está ocurriendo y se está viendo ya. En todo caso, quienes más daño me ha hecho muchas veces han sido mujeres desde la izquierda. Porque te dan un carné. Si eres de izquierdas, eres buena feminista. Si eres de derechas, no eres buena feminista. He recibido más críticas y han sido más furibundas desde las mujeres del sector de la izquierda que de la sociedad en general. Queda mucho trabajo por hacer. El hecho de que en las leyes el hombre y la mujer seamos iguales no quiere decir que no haya que seguir trabajando todos juntos y las políticas de la Junta van encaminadas hacia eso.
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