‘Moha’, seguidor de Alá, liebre de Sergio Sánchez

El atleta leonés regresa a la competición tras dos años de sanción y se prepara para su primera maratón con este musulmán al que define como un "emblema" del atletismo de la provincia

Isabel Herrera
18/10/2015
 Actualizado a 18/09/2019
El atleta Sergio Sánchez y su compañero de entreno Mohamed El-Andaloussi. | MARCE A. FERNÁNDEZ
El atleta Sergio Sánchez y su compañero de entreno Mohamed El-Andaloussi. | MARCE A. FERNÁNDEZ
Reaparece fuerte, ilusionado, dispuesto a estar entre los leoneses que participen en las próximas Olimpiadas y lo hace en un terreno muy distinto, el de la resistencia, la carrera de fondo. Sergio Sánchez aparca el cross, donde ha cosechado grandes éxitos en 3.000 y 5.000 metros y, apunto de cumplirse los dos años de sanción por dar positivo en un control antidopaje empieza a prepararse ya para correr la maratón de Castellón el próximo 6 de diciembre y, para su puesta a punto ha buscado la compañía de Mohamed El-Andaloussi, Moha, archiconocido en el mundillo del atletismo leonés, un musulmán que lleva seis años en España, que corre por placer, porque empezó para combatir la desidia del desempleo y que se ha enganchado a esta disciplina sintiendo especial devoción por la carrera de montaña, lo que compagina con su profesión en el sector de la construcción ahora que vuelve a estar en activo.

Moha le hace de liebre a Sergio Sánchez desde hace un par de meses. Se conocían desde hace tiempo y ahora entrenan juntos prácticamente a diario. Se les puede ver a orillas del Bernesga cada tarde compartiendo afición, para uno en forma de ocio, para otro con fines más profesionales, aunque Sergio Sánchez también ha diversificado su tiempo y ahora trabaja en Suiza durante diez días al mes, el resto los pasa en León, su casa, preparándose para volver a la competición. «Moha es de los que muere matando», dice agradeciendo la ayuda que le presta, «es un enamorado del atletismo, de la montaña, además de una persona con unos hábitos de vida muy sanos». Han congeniado bien, coinciden en decir, y comparten ideales. Mohamed le acompaña en sus entrenos hasta cierta distancia y procuran diseñarse recorridos para regresar juntos, una preparación para la maratón, 42 kilómetros que exigen un buen fondo. No obstante a Moha lo que le tira es la montaña. Ha tratado de arrastrar a Sergio a su pasión, pero... una y no más, dice este último. «Una vez me llevó a subir Las Lomas y ya le dije que no me volvía a engañar», comenta entre risas.

«La montaña es una cosa fuerte y hay que saber llevarla, pero cuando te engancha no puedes salir», explica el marroquí, un atleta por afición que se codea con los grandes y que cada jueves sale a correr por Camposagrado con un grupito de promesas realizadas y camino de realizarse.

Como musulmán que es cumple con el Ramadán, el mes de ayuno en el que sólo puede comer y beber fuera de las horas de luz. Pero ni siquiera eso le frena: «Por la mañana estoy como un toro, por la tarde ya sí, me entra la flojera, pero por la mañana...», lo que le echen.

Llegó a León hace unos años y fue cuando se quedó en paro cuando empezó a salir en bici, «luego empecé a trotar y dije, ostras, que esto me gusta». Y no ha parado de avanzar hasta convertirse en un emblema del running leonés. Un tipo que va por libre, que no se gana la vida con esto, que disfruta marcándose nuevos retos, un persona que considera este deporte una forma de vida.

Como forma de vida lo es para Sergio Sánchez, que asegura que regresa «con toda la ilusión del mundo» y con el objetivo de correr la maratón muy bien. Tras este tiempo de parón obligado «noto más fondo y, quizá, también por la edad, menos sprint», dice Sánchez que sostiene que a partir de ahora se lo va a tomar todo con más tranquilidad, sin dejar de lado su trabajo. «El cuerpo me está respondiendo muy bien, la sanción me ha venido bien para coger frescura. Llevaba desde los once años practicando atletismo y este descanso me ha venido bien, no he cogido peso, me he cuidado y ahora soy bastante conocedor de mi cuerpo y pienso que llego en una grandísima forma», relata.

¿De la posibilidad de volver al terreno que ya conquistó? No descarta alguna incursión en 2.000 o 3.000 metros, pero más por capricho personal que otra cosa, «por medirme, pero mi prioridad ahora es la maratón y es muy poco compatible».

Moha y Sergio se juntan cada jueves para entrenar con un grupo de fondistas que, según Sergio, guarda grandes promesas del mundo del atletismo. Alex Martínez, Iván Cánovas y Raúl Celada... Tres jóvenes a los que auguran mucho futuro y que «lo que buscamos es pasar un buen rato, pasarlo bien» con aquello que más les gusta: el atletismo.

Es lo que les une, y es más fuerte que todas las diferencias que puede haber entre ellos, ya sea la edad, el país de procedencia o la religión. Nada de eso importa, como dice Moha, «cada uno es de donde es, pero, para mí, al final somos todos iguales, porque todo el mundo va al baño...».
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