La ruta es practicable en cualquier época del año, aunque en invierno suele ser muy utilizada para andar con raquetas de nieve, para lo que hay que ir bien preparados.
Desarrollo de la ruta
Se inicia en Burón, donde se puede aparcar perfectamente y desde allí se toma la carretera en dirección a Lario unos metros hasta entrar en el Área recreativa del valle de Mirva donde existen paneles informativos acerca de la ruta y donde parte un camino que asciende ligeramente a lo largo de varios kilómetros, paralelo al arroyo que da nombre al valle entre hermosas praderas rodeadas de montañas con bosques de hayas y fuentes de aguas cristalinas como la del Arco a poco más de un kilómetro de la salida.Se cruza dos veces el arroyo poruna serie de puentes consistentes en dos vigas de cemento entre las riberas del arroyo y dos postes unidos por un cable de acero que hace la vez de pasamanos.
Más tarde es necesario volver a cruzarlo, aunque ya sin puente, lo que resulta más complicado en época de deshielo. Al final se llega a una zona más empinada y tras unos prados con una cuesta mayor en los que algún acebo salpica la pradera, se comienza a ascender entre hayas por el valle que hay a la derecha aunque el camino parezca seguir hacia la izquierda.
Desde este punto la ascensión es más pendiente y el camino hace varias revueltas hasta llegar a una curva muy pronunciada que sigue hacia la derecha, aunque haya un camino que no se toma y que va a la izquierda en dirección a Polvoredo.
Tras un largo tramo entre un bosque de hayas bastante tupido, se llega a un claro bastante amplio en la collada, una zona llamada el Prado Llao que conforma la parte de la collada que mira hacia Burón y las montañas del Yordas. En la parte más alta y hacia el Este, se encuentra una caseta de vigilancia forestal que se mantiene a pesar de los elementos. Un poco más al norte, cuando el collado mira hacia Retuerto se encuentra el Hedo, un mirador privilegiado hacia el Pico Pozúa y los Picos de Europa. Desde este punto parte un camino que desciende por la ladera norte entre hayas hasta llegar a un promontorio en el que se gira bruscamente a la derecha siguiendo el descenso hasta encontrar poco después el desvío hacia la derecha, hacia el valle de Rabanal, desvío muy bien señalizado, mientras que el camino continúa hacia Retuerto, a poco más de medio kilómetro.
Desde este punto el camino sube con una moderada inclinación hasta llegar a una loma desde donde se ve perfectamente el Pico Pandián y la carretera a la altura del Valle de Corrapos, donde hay que continuar subiendo por el camino de la ladera hasta llegar al Alto de la Giesta, de 1354 metros, donde desaparece el camino y hay que comenzar a bajar por el bosque fijándose en las marcas de PR pintadas en los árboles y las trazas de camino entre la maleza o la nieve para llegar al valle de Rabanal donde se encuentra de nuevo el camino que se sigue en un largo trecho hasta Burón.