Memoria del extraño mejor año para el turismo

Revista Comarcal Montaña de Riaño se ha convertido en el gran clásico de las publicaciones ‘locales’ y ya está a disposición de los lectores su número 74, un número que ya lo dice todo. Ni siquiera este extraño año le ha hecho mella, un 2020 que, irónicamente, ha tenido un buen verano para el turismo

Fulgencio Fernández
19/12/2020
 Actualizado a 19/12/2020
Detalle de la fachada del Palacio de Renedo, objeto de uno de los reportajes del colaborador habitual Ramón Gutiérrez.
Detalle de la fachada del Palacio de Renedo, objeto de uno de los reportajes del colaborador habitual Ramón Gutiérrez.
«La Montaña, y en especial el sector hostelero, han visto sobrepasados sus objetivos más optimistas durante este extraño verano post confinamiento. La demanda de aire puro, espacios abiertos y lugares saludables se disparó tras tantas semanas de encierro cuarentenario. Realmente esta vez sí que ha llegado a la Montaña mucha más gente de la que podemos atender. Tan irónico como difícil de pronosticar». Son palabras del editorial titulado ‘Ironías de la vida’ de la Revista Comarcal Montaña de Riaño, que puede leerse en su número 74, que ya está en los puntos de venta habituales.

Su número, el 74, ya es una noticia. Esta publicación que edita la Asociación Cultural Bierón acudió a su cita con los lectores por primera vez en el ya lejano 2001 y nunca dejó de hacerlo, incluso en este extraño año, que tantos eventos se tomaron un compás de espera. Setenta y cuatro número suponen más de mil artículos, reportajes, historias, historia, personajes, anécdotas, reflexiones y noticias, que para ello está ese cuadernillo central color salmón, para que la actualidad de la comarca no pierda presencia. Y la opinión de los responsables y colaboradores habituales.Pueden estar seguros de que van cumpliendo con los objetivos que confesaban en aquel lejano número 1: «Con este ejemplar que tienes en tus manos damos vida a una revista dedicada única y exclusivamente al ámbito de la Montaña. Echamos a andar con el humilde propósito de crear un medio de comunicación capaz de informar y de divulgar aquellos aspectos que son comunes a sus gentes: pasado, presente y futuro» pues mostraban su decepción con las noticias habituales sobre su tierra: «Muchos tenemos por costumbre acudir periódicamente a los quioscos de prensa, buscamos aquellas publicaciones en las que pueda aparecer cualquier articulo relacionado con la Montaña. De vez en cuando se nos recompensa con alguna efímera ilusión, y digo efímera porque, salimos del quiosco como quien lleva un pequeño tesoro, pero en realidad, siempre se trata de los mismos reportajes, de una publicación a otra».Un ejemplo de esa dedicación a la Montaña, centrados en la de Riaño, podría ser este número, en el que se suceden artículos sobre la relación entre curas y vecinos; la historia de Valdeburón o la Ruta Vadiniense; el gobierno de los pueblos desde las Juntas Vecinales; el recuerdo de ilustres personajes, en este caso Ramiro Fernández Valbuena o ilustres apellidos, como Díaz Caneja; lobadas; corros de lucha y luchadores de la tierra; el oficio de esquilador; algunas setas raras;  recomendaciones para leer y, por supuesto, hablar de los autores de la tierra, entre otros asuntos. Y mirando a la actualidad recuerdan a vecinos que han fallecido, como Jesús Rodríguez Alonso o Joaquín de Prado, el sacerdote y músico natural de Prioro. Recuerdan el evidente éxito de la senda mitológica de Carande, los retos que afronta el Parque Nacional o una mirada a la memoria de Enrique Martínez titulada ‘El mandil de mi abuela’, que no era otra que Nicanora Díez de la Mata, nacida en La Vega de Almanza y fallecida en Pedrosa del Rey en 1952.

Aunque la ‘dedicación’ de la revista sea a la Montaña de Riaño el interés de los artículos va mucho más lejos de aquellas fronteras, por las historias y personajes que habitan sus páginas ¿Qué más da que no seas de allí  para conocer de dónde procedían los bienes de los clérigos, los problemas con las misas den alba o las dificultades para cobrar los diezmos que nos cuenta Ramón Gutiérrez?; para cualquier aficionado a la lucha leonesa resultarán jugosas las andanzas de personajes como Saturnino, Olegario y Acacio de Prioro, Santiago de Tejerina, Eusebio El Jato de Argovejo, Santiago y Ramiro Villarroel o Ángel El águila de Remolina, desde los recuerdos y la excelente pluma de David Fernández Villarroel.  

¿Tienen patria historias como la de Ramiro Fernández Valbuena, el que tiene calle en León, nació en Huelde y recuerda Aurelio Rodríguez Puerta, senador en 1919, investigador e historiador de culturas orientales, polemista como buen montañés?

Sería un buen ejercicio ver el ingente número de temas que han abordado, las gentes cuya historia nos han contado, los libros que hemos conocido, los poemas que han escrito sus gentes... ahora lo que toca es sumar los cerca de veinte que integran este número 74 de los resistentes de la Montaña.
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