Mayalde: "Cada anciano que muere es un libro que se cierra y un sabio que se calla"

El grupo salmantino de música tradicional ofrece este sábado un concierto en el MSM de Sabero con motivo de la festividad de San Blas

Fulgencio Fernández
05/02/2022
 Actualizado a 05/02/2022
El grupo Mayalde actúa este sábado en el MSM.
El grupo Mayalde actúa este sábado en el MSM.
«Si ver a un anciano de 80 años, que tiene parkinson, tocando las cucharas, sacando música de allí, no es magia, tú me dirás qué es». «Si una familia de esta tierra convierte en música los sonidos de un caldero, dos cucharas y una sartén para mí eso es magia». A estas dos realidades que Eusebio Martín ha visto hechas magia en directo muchas veces le añade el aludido una tercera reflexión:  «Si llevas toda la vida dedicado al mundo de la música tradicional, a recoger canciones pueblo por pueblo, a ver la magia de la que te he hablado sabes que tu misión es darle una vuelta de tuerca a eso que has recibido para dejárselo a tus hijos, porque la misión de quienes convivimos con la música tradicional es contar a la siguiente generación lo que la anterior te ha contado a tí».

El citado Eusebio Martín es uno de los integrantes del grupo salmantino Mayalde que esta tarde ofrece un concierto en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero (MSM) a las 18:00 horas, con entrada gratuita previa recogida de invitación en el museo al existir aforo limitado por las normas Covid.

Se trata de un concierto para celebrar San Blas pues no hay que olvidar que, precisamente, la sede del MSM es el viejo y remozado edificio de la Ferrería de San Blas. «Algún guiño haremos a la fiesta y también a Santa Águeda, cuya fiesta es el día del concierto, pero respetando las normas sanitarias pertinentes. También presentaremos algunas cosinas que venimos haciendo y que son muy rompedoras».

- ¿Cabe lo rompedor en la música tradicional?
- Pues claro, siempre con una condición, se puede cambiar el envoltorio, que es lo que hacemos, pero hay que mantener la esencia. Llevamos 42 años en esto y no podemos seguir igual que entonces porque la vida ha cambiado radicalmente en estos 42 años; el espectador que ahora recibe esta música nada tiene que ver con el de 1980», explica Eusebio Martín sobre el concierto de hoy.

- Has incidido en mantener la esencia; ¿no se ha respetado esta idea?
- Mira, hay que decirlo, el folk con sus fusiones, versiones y todas esas cosas que hacen se han cargado la esencia. Hay cosas que se han ganado el derecho a ser eternas, a ser patrimonio inmaterial de la humanidad, y su esencia no se puede tocar. Otra cosa es el envoltorio pues nuestra obligación es emocionar.

Es Mayalde uno de los históricos y más reconocidos grupos de la música tradicional. Nacieron en Salamanca, concretamente en las localidades de los dos fundadores; Eusebio  y Pilar (La Maya y Aldeatejada, de cuya ‘fusión’ nace su nombre); y  con el tiempo se sumaron al proyecto sus dos hijos: Arturo y Laura. Los cuatro mantuvieron su vinculación al mundo rural de sus pueblos, los cuatro mantuvieron la fórmula de trabajo, de acudir a cada casa, a cada vecino, escuchar, hablar, grabar... «Nos dimos cuenta que la única generación que recibió por vía directa todo este legado tiene ahora 90 años, aunque es igual de legítimo y válido si te lo cuentan aquellos hijos que se lo escucharon, les hicieron caso y lo guardaron en su memoria. Nosotros lo recogemos, lo envolvemos y lo llevamos a los escenarios y los doscos».

Y recuerdan la anécdota de cómo en alguna casa les llegaron a echar porque, le decían a la abuela, «se vienen a reír de usted... y con el tiempo nos vieron en algún concierto en un pueblo cercano, cómo hablábamos de quien nos había cantado la canción, recordábamos su nombre y su pueblo... se daban cuenta de que si no nos hubieran echado la abuela seguiría viva en el recuerdo de todos. Algunos se han quedado a pedirnos perdón».

- ¿Hay, entonces, una música del viejo Reino?
- Pues claro, la misma historia nos une. Y esta banda del oeste, la nuestra, tiene muchos elementos comunes con el resto: la Vía de la Plata, la trashumancia, los segadores...

Hablan Eusebio y Pilar de cómo alguna mujer, de 82 años y sin dientes pero que se atrevió a cantar, les emocionó «y supimos que allí había una historia que escuchar, pues todas estas cosas son una herencia espiritual que no podemos dejar morir».

- Una herencia que estaba en los desvanes de la memoria de nuestros ancianos.
- Cada vez que se muere uno de estos ancianos es como un libro que se cierra y como un sabio que se calla; una pérdida irreparable. Por eso a nosotros nos gusta decir que nos hemos especializado en recuperar la música del alma.

Otra característica del grupo es que usan instrumentos que ellos mismos crean a partir de elementos cotidianos: cucharas, orinales, escobas, cazuelas, morteros, vasos, platos, tijeras, calderos, sartenes, regaderas... «Nos ayudan en el escenario y los espectadores entienden que estamos contando una historia cuando la música sale de la bigornia de su abuelo».

Y recuerdan cómo la música fue durante generaciones «necesaria para vivir. A veces se dice que tanto como el comer y nosotros añadimos lo que nos han contado, que muchas veces se utilizaba la música en lugar del comer».
Lo más leído