Maxi Álvarez: "La mina es hembra pero se llevó a muchos machos"

‘Muerte en la mina. Palabra de minero’ es el documental que este sábado se estrena en el MSM de Sabero y que recoge los testimonios de los mineros de este valle que han participado en el proyecto Memoria Oral de la Minería

Fulgencio Fernández
14/01/2017
 Actualizado a 12/09/2019
Maxi Álvarez, ‘El Grillo’ de Casetas, que se salvó del accidente "por casualidad". | MAURICIO PEÑA
Maxi Álvarez, ‘El Grillo’ de Casetas, que se salvó del accidente "por casualidad". | MAURICIO PEÑA
"La mina es hembra pero se ha llevado por delante a muchos machos". La frase, que suena a sentencia en su boca, es de Maxi Álvarez, para casi todos ‘El Grillo’ de Casetas, pues a este hombre alegre le gustaba cantar en el tajo —y fuera de él—y hoy es el único habitante, con su familia, del viejo poblado minero de Casetas, muy cerca de La Ercina.

Maxi sabe muy bien de lo que habla con la condición femenina de una mina que se tragó a muchos machos, a numerosos mineros, pues él se salvó la de la mayor tragedia minera del Valle de Sabero por pura casualidad. "Teníamos que domar, mi cuñado y yo, una mula para que entrara al pozo para tirar de las vagonetas, por lo que nos dijeron que fuéramos a trabajar a las doce y media. Alas doce ya habíamos acabado y mi cuñado dijo que iba para la mina, que lo que hubiera hecho lo llevaba por adelantado, y yo me quedé, que soy obediente y si me dicen a y media a ésa hora voy.  Acababa de marchar él, hacía como un cuarto de hora, cuando la tierra tembló, se reventaron los cristales del economato y de las oficinas, salió una boca de fuego por la bocamina que dejó negro el sembrado de la entrada... y allí se tragó a 14 y otros tres heridos muy graves. Y yo que no fui entre ellos porque no la tenía allí".

El testimonio de Maxi Álvarez es uno de los que forma parte de un documental que este sábado se estrena (18 horas) en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León (MSM) con sede en Sabero. Un documental  "de producción propia»pues se basa en los testimonios que el propio museo ha ido recogiendo desde hace años en uno de los proyectos más queridos del MSM, la Memoria Oral de la Minería, centrada en este caso en el Valle de Sabero. "Podríamos considerarlo una extensión del proyecto de investigación Memoria Oral, desarrollado por el museo desde el año 2008 y que tiene como objetivo recoger en formato audiovisual los testimonios de antiguos trabajadores del carbón, para evitar que se pierdan en el olvido. Como resultado de este proyecto, que aún continúa desarrollándose, son más de trescientas las historias recogidas en varias cuencas mineras de la comunidad, que permiten que el día de mañana los investigadores y el público en general, puedan conocer como era el trabajo y la cultura de una actividad que hoy en día está en vías de desaparición".En el caso concreto de ‘Muerte en la mina’, señalan desde el MSM que «participan cuarenta y dos mineros de la Cuenca Minera de Sabero, que con sus testimonios ponen de relieve la peligrosidad de este trabajo, que solo en esa cuenca se cobró centenares de vidas a lo largo de su siglo y medio de explotación. A lo largo de los cincuenta y cinco minutos de Muerte en la mina, se van relatando las principales causas que provocan accidentes, desde el temido gas grisú con sus explosiones, al silencioso monóxido de carbono, pasando por inundaciones, tragues, derrumbes y otros muchos riesgos que acechan al minero, no solo bajo tierra sino también en los trabajos de exterior.Una sucesión de recuerdos y testimonios de viejos mineros, con muchos años de trabajo en esta cuenca que hace 25 años que le dijo adiós a la actividad minera. Sin embargo, sorprende lo frescos que tienen los recuerdos quienes vivieron aquellos años duros y peligrosos; y, sobre todo, "sorprende el aplomo con el que muchos de los protagonistas de este documental recuerdan sus propios accidentes y también aquellos duros momentos en los que vieron morir a su lado a compañeros sin que nada pudieran hacer por evitarlo. Es una muestra de la entereza del minero, que sin embargo a veces no evita que algunos de ellos, incluso después de decenas de años, todavía se emocionen y pierdan el habla al recordar las tragedias vividas".Hay muchas historias de mineros en primera persona, trabajadores que sufrieron accidentes y que los pueden contar, pero también muchos recuerdos de los que se fueron, de los que dejaron la vida en el pozo, que fueron muchos, más de cien documentados, lo que ha hecho que alguno de ellos califique las minas de este valle de Sabero "como un matadero". Algo que corroboran otros muchos pues es cierto que "había mucho grisú y menos seguridad, con el peligro que conlleva". Y cuando los medios técnicos permitían avanzar mucho en seguridad llegó el cierre de ‘la empresa’.

Maxi Álvarez tiene muy fresco en la memoria el recuerdo de aquel 10 de junio de 1954. En ‘la mina de Esteban Corral’, de Casetas de Oceja. Pero también otros familiares de los 14 fallecidos, como Daniel, hijo del fallecido Leonardo Tascón, a quien no se le borrado jamás la imagen de «la llamarada que salió por la bocamina y la ventolada  de fuego que dejó completamente calcinado el centeno  de una tierra que había en la bocamina y unos árboles, robles, que la rodeaban".

Aquel de Casetas fue uno de los más graves, pero cuando los mineros se ponen a hacer recuento produce escalofríos como "suman muertos", "siete, cinco, cuatro....". Uno de los más recordados es uno en el que falleció el recordado luchador Jesús Antonio García, Chuchi el de La Ercina, fallecido por entrar a rescatar a dos compañeros, con evidente riesgo, en otro acto heroico. Su hermano Leoncio, ingeniero de minas, jamás olvida a Chuchi:"Es el gran héroe de la familia". Y en su honor han creado un Trofeo Chuchi a la Nobleza en la otra pasión del fallecido, la lucha leonesa.

También inciden muchos testimonios en aspectos como la seguridad, los medios, las negligencias, los comportamientos de las empresas...
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