Maxi Álvarez ‘El Grillo’: 'Enterrar a los muertos y al tajo'

Es minero y se prepara para celebrar Santa Bárbara. Vive de casualidad pues debía estar en la explosión de ‘Los 14 de Casetas’.

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
28/11/2015
 Actualizado a 18/09/2019
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– Llega Santa Bárbara y eres minero.
– Pues habrá que celebrarla, aunque no haya minas, es la patrona. Comer en casa con la familia algo especial y ya.

– Pero siempre te quejas de que 'la mina es mujer...'
– Siempre se lo decía a los que entraban a trabajar conmigo:'Ten mucho cuidado chaval, que la mina es hembra pero ya se llevó por delante a muchos machos'.

– A ti te lo van a decir.
– A mi me lo van a decir, que libré de pura suerte del accidente más grave que hubo, aquel famoso de ‘los catorce de Casetas’.

– ¿Trabajabas allí?
– Trabajaba allí, y en aquel relevo y con los que murieron... eran mis amigos, mis compañeros y uno mi cuñado.

– ¿Y cómo libraste?
– Pues el vigilante nos dijo a mi cuñado y a mí:«Hay que domar un mulo, os quedáis vosotros y a la una entráis al relevo». Estábamos a las doce y media donde la cantina y dijo él:'Vamos Maxi y vamos adelantando trabajo'. Y yo le dije, medio en  broma:'Yo soy muy bien mandao y si me dicen que a la una pues voy a la una'. Yél marchó, al poco tiempo se escuchó la explosión, tembló toda la tierra, los prados esos que estaban sembrados y más altos que yo quedaroncalcinados... y entramos y tuvimos que sacar a los diez muertos ¡Como estaban! Calcinados, algunos ni se les conocía, eran la pura calavera...

– ¿Ydespués?
– Después, al día siguiente a trabajar, era lo que había.

– Tú de trabajo vas bien servido.
– Con siete años, que no levantaba un palmo del suelo, marché de criado de las vacas para la Montaña, allí para Rodillazo y Tabanedo y Villalfeide... Ytodavía no había cumplido los catorce años y ya entré a trabajar a la mina, para que me quedara nada y menos, que para salir adelante tuve que plantar el huerto, comprar ovejas con un dinero que me dejaron, llegué a tener 400.

– Y ahora eres el amo de Casetas.
– Claro, vivo yo solo aquí, con la mujer. Soy el amo y el criado.

– ¿Y lo de ‘El Grillo’?
– Es que no paraba de cantar, que penas ya había bastantes, como habrás comprobado en las que te conté... y más que tengo.

– ¿No me cantarás una para que vea yo lo de El Grillo?
– ¡Cómo que no! ¿Cuál quieres?Yo se de todas, voy a cantarte una asturianada, que son muy bonitas. Tu escucha... Yla rubia también.  
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