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Máster para perder votos

31/07/2020
 Actualizado a 31/07/2020
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Aunque normalmente la gravedad de los acontecimientos que estamos padeciendo a nivel nacional me suela ocupar casi todas las columnas semanales, hay veces que la política municipal no queda al margen del atropello de libertades y de esta política 3.0 que sufrimos a diario, en la que nuestros políticos van de chorrada en chorrada intentando diseñar nuestros hábitos y conductas por encima incluso de nuestro bienestar y nuestra libertad.

Esa política 3.0 a la que me refiero es aquella que se diseña desde un despacho, teniendo como asesores a Twitter y a un grupo de palmeros, pensando que, aplicando ciertas medidas, eres de lo más cool y el máximo aspirante de la modernidad europea.

La tentación de aplicar este tipo de políticas no es exclusiva de un partido en concreto, pero sí que hay una importante tendencia de la izquierda, con su visión paternalista del Estado y de las instituciones, a decidir lo que se supone que más nos interesa a los ciudadanos. Deben pensar que no somos capaces de decidir por nosotros mismos. La última medida al respecto del Ayuntamiento de León, ha sido declarar toda la ciudad ‘zona 30’ de manera que se fija el límite máximo de velocidad para vehículos en 30 km/h, con la supuesta intención de hacer una ciudad más sostenible, más segura y menos contaminante.

Como cualquier medida que se toma sin el análisis y reflexión suficiente, a las pocas horas ya sufrió la primera enmienda, añadiendo un listado de calles que se salían de esta norma y que mantenía la velocidad de 50 km/h. Apuesto a que no habrá ni un solo ciudadano que sepa cuáles son estas calles excepcionales y me temo que la gente seguirá conduciendo a la velocidad acostumbrada aplicando el sentido común y rezando para que no le venga a casa una felicitación municipal en forma de multa. Si no fuese poca la barrabasada, en ciertas calles de gran afluencia, han fijado unos carriles exclusivos para bus, taxi, bicicletas y patinetes, marcados con un ‘zona 20’ y delimitados con unos bolardos de plástico que son más un peligro que una protección y que calculo que para mediados de la próxima semana ya no quede ni uno en pie. Ya les digo que si quieren empezar a sancionar, pueden empezar por los propios autobuses urbanos porque les aseguro desde ahora, que no van a circular por esos carriles ni uno solo a 20 km/h.

El determinar alguna calle específica como zona 30 tendría un pase, pero establecer toda la ciudad a 30 km/h es tan absurdo, que difícilmente los conductores podrán cumplir la norma, quedando a discreción de la policía local el denunciar a unos sí y otros no, según se quiera recaudar más o menos. Si les genera alguna duda esto que les digo, les informo de que el Ayuntamiento ha adquirido un nuevo radar móvil que empezará a funcionar a la vuelta del verano. Prepárense.

El alcalde de León me cae bien y le tengo por un tipo sensato e inteligente, por lo que me extraña que haya olvidado tan pronto su fracasado proyecto en Fernández Ladreda.
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