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Más solo que la una

18/07/2021
 Actualizado a 18/07/2021
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Si el alcalde de Villaquilambre y aspirante fallido a la presidencia del PP de León, Manuel García, hiciera un acto de reflexión a calzón sacado, se daría cuenta de que –quizá muy mal aconsejado por algún íntimo– ha tomado la dirección equivocada. Que ha escogido el atajo que lleva a ninguna parte. Judicializar el partido y convertirse, a pecho descubierto, en un nuevo ‘Capitán Trueno’, es como caminar por una trocha llena de hoyos. El esguince o la rotura están garantizados. ¿La consecuencia?, que en el medio plazo –que es como decir pasado mañana– se lo van a cepillar los ‘otros’, quienes ganaron, y los ‘unos’, en los que depositó su confianza. Y hasta su honor electoral. Que no le quepa la menor duda. Lo han dejado jodido. Para el arrastre. Y la jueza, el pasado viernes, lo remató al desestimar las medidas cautelares que tenía solicitadas para impedir, hoy, la celebración del congreso de los populares leoneses.

Y es que lo de las presuntas afiliaciones irregulares –lo quiera o no– ya pertenece a los sucedidos del partido. Para bien o para mal. Y porque, lo asuma o no y visto el panorama, tenía perdidas las ‘primarias’ por goleada. De antemano, Por eso lo abandonó la ‘claque’ en el erial. Con ‘traidores’ a su lado o sin ellos –que lo chulearon en un pispás– el asunto estaba definido. Es más. Mientras la ‘oficialidad’ –que era quien le ‘apoyaba’– había vegetado hasta límites insospechados, Javier Santiago Vélez –que ve crecer la hierba y por eso ganó la pelea– tenía la provincia pateada de cabo a rabo. Trillada. En su lícito afán por alcanzar el poder provincial, ejerció de político las veinticuatro horas del día. Y el resultado lo confirmó.

Por el contrario, el regidor García debía haberse olido el quemazón de la tostada –no hacía falta ser muy perspicaz–, cuando vio que la facción ‘silvanista’ –en otros tiempos, enemiga acérrima y declarada de Santiago Vélez– se echaba en los brazos del senador y alcalde de Almanza. Algo ‘sordo’ ocurría. Y, ante eso, el primer edil de Villaquilambre tendría que haber despejado el interrogante, llegar a los motivos de la alianza, junto a su ‘equipo de campaña’. Es un decir esto último, claro. ¿Pero a estas alturas de su vida no barruntaba el avispero en el que se metía? Pues no, lo ignoraba.

Salvo que haya cambiado –y no se prevé– Vélez no da segundas oportunidades. «Es el mercado, amigo». Practica el catón heredado, que tan bien conoce ‘Manolín’. O debería. Y, a pesar de ello, abajo del caballo. Cierto es que siempre le quedará el Inpovi, aquel partido que creó en 2007 y decapitó en 2011 para volver al redil, al PP. Ahora bien, eran diferentes épocas e Isabel Carrasco afeitaba un huevo. Y Vélez está en esa línea.
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