Más pasos para lograr la igualdad real

La universidad está llamada a ser un referente de igualdad para toda la sociedad y prueba de ello es el trabajo realizado, el año que concluye, desde el vicerrectorado de Responsabilidad Social, Cultura y Deportes de la Universidad de León (ULE), a través del Área Social, no solo en la organización de actividades formativas sino en la consecución del II Plan de Igualdad de Mujeres y Hombres aprobado el pasado lunes por el Consejo de Gobierno de la ULE. Esta hoja de ruta analiza las necesidades en este ámbito y permite a la institución académica cumplir las responsabilidades derivadas de la nueva normativa aplicable, así como con los retos que establece el Espacio Europeo de Educación Superior y las agendas trazadas por la Comisión Europea para el desarrollo de una Investigación e Innovación Responsable en el programa Horizonte Europa. El plan presenta once objetivos específicos, con un total de 62 líneas de acción concretas cada una con un indicador de cumplimiento y un ‘temporizador’ o plazo en el que se debe cumplir la medida o evaluar su estado.

Tal y como se recoge en este documento, la Universidad de León registra paridad en los órganos de Gobierno, aunque esa equidad se aleja en las categorías de catedráticos y catedráticas de Universidad (CU) y de Escuela Universitaria (CEU) donde la representación femenina es del 35,66%, un dato positivo si se tiene en cuenta que es diez puntos por encima de la media nacional (25,65%). Frente a este dato, la feminización impera entre el colectivo del personal de Administración y Servicios donde las mujeres representan más del 60% de la plantilla, y la brecha salarial no existe y en los escasos casos en la que aparece se justifican por situaciones puntuales de cargos de gestión.

Adelina Rodríguez, directora del Área Social de la ULE, valora muy positivamente la redacción de este II Plan de Igualdad de Mujeres y Hombres «no solo porque la igualdad de mujeres y hombres es un principio universal recogido en el contexto de los derechos humanos dentro del ámbito internacional y una preocupación presente en la Agenda 2030 de los ODS, sino porque las universidades tenemos la responsabilidad de impulsar innovación, desarrollo y cambio social, y por eso hemos de cumplir un papel de liderazgo en la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres».

El documento desgrana las distintas acciones encaminadas a lograr la igualdad real de mujeres y hombres y en la necesidad de «seguir trabajando en la cultura de la igualdad de oportunidades y en facilitar una mayor difusión de las medidas de corresponsabilidad y conciliación», explica Adelina Rodríguez quien matiza que el desarrollo de este Plan implica, entre otras tareas, «la redacción de un protocolo contra la violencia de género, la elaboración de un plan de corresponsabilidad y conciliación y un estudio de los puestos de trabajo con perspectiva de género».

A la activación de este Plan de Igualdad, el Área Social suma muchas iniciativas formativas, de divulgación y de concienciación a lo largo del año para hacer efectiva esa igualdad real de mujeres y hombres en la vida cotidiana de la comunidad universitaria y con transcendencia hacia la sociedad. Entre esa treintena de actividades destaca la celebración en Ponferrada de las Jornadas ‘Género y Violencia. La voz de la experiencia profesional’, el ‘abrazo’ humano simbólico a la Facultad de Educación el 8 de marzo para reivindicar la educación en igualdad como motor de transformación y cambio de la sociedad, los cursos sobre lenguaje inclusivo y su uso, educación afectivo-sexual, o el más reciente sobre prevención de la violencia de género, y exposiciones como ‘Haciendo visible lo invisible’, del proyecto ‘Entrehilos’ del Ciami (Centro de Información y Asesoramiento a la Mujer e Igualdad) de Villaquilambre.

El equipo del Área Social también tiene presente que es imprescindible favorecer la igualdad de género en el ámbito laboral, contribuyendo en la conciliación de la vida familiar, laboral, y personal. Para ello organiza diferentes actividades para los hijos e hijas de sus trabajadores, que disfrutan de algunos días no lectivos para los pequeños pero laborables para los progenitores, como el programa lúdico-didáctico Concilia-ULE cuya realización de talleres y juegos es posible gracias a la colaboración desinteresada de muchas personas de la comunidad universitaria. Colaborar con otras entidades de la ciudad que trabajan por los derechos de las mujeres es otra de sus iniciativas. La Subdelegación del Gobierno, Adavas, asociación con la que se firmó un convenio marco de colaboración en mayo de este año, o el Ciami de Villaquilambre, mantienen una estrecha relación con la ULE para sensibilizar y formar a la comunidad universitaria a través de propuestas dirigidas a la igualdad efectiva entre mujeres y hombres. Además, la ULE como integrante de la Red de Unidades de Igualdad de las Universidades Españolas, se sumó al manifiesto que se hizo público el 25 de noviembre en el que se dejó constancia de que «el papel de la educación, en todos sus niveles, es una herramienta fundamental para la prevención de la violencia y, en este sentido las universidades españolas, como instituciones de educación superior, deben ser un referente para la sociedad».