Más de 180 días ordeñando para ganar menos dinero con la leche

Una veintena de ganaderos del sector lácteo han abandonado el negocio desde enero, más de 1.000 permanecían activos al comienzo del verano

L.N.C.
09/08/2018
 Actualizado a 17/09/2019
El descenso de los precios y la pasividad de las instituciones preocupa enormemente a los ganaderos | DANIEL MARTÍN
El descenso de los precios y la pasividad de las instituciones preocupa enormemente a los ganaderos | DANIEL MARTÍN
La recuperación del precio de la leche de vaca durante el segundo semestre de 2017 tras las medidas puestas en marcha por la Junta de Castilla y León pactadas dentro de una plataforma de competitividad fue un espejismo. La profunda crisis que sufrió esta actividad ganadera con la liberalización de las cuotas en abril de 2015, cuando se disparó la producción y se hundieron los precios, persiste sin visos de superación, y otra veintena de ganaderos de la Comunidad abandonó desde enero, hasta cerrar junio con 1.131 activos.

Los precios han crecido de forma continuada desde julio de 2017, hasta diciembre de ese año, desde los 0,31 euros por litro hasta los 0,338, para dar inicio en 2018 a un nuevo declive. En enero de este año el precio se redujo a 0,335 euros, para pasar en febrero a 0,333; continuar la bajada en marzo hasta los 0,332, mermar en abril hasta los 0,324, alcanzar mayo en 0,319 y llegar a la mitad de ejercicio con 0,316. Los datos que ha facilitado el Fondo Español de Garantía Agraria (Fega) son preocupantes si se tiene en cuanta la importancia de este sector dentro del conjunto nacional. No en vano, en los seis primeros meses del año, la comunidad de Castilla y León produjo 460.672,64 toneladas de leche de vaca, lo que supone el 12,6 por ciento del total nacional, la segunda productora por detrás de Galicia, que acumuló el 37,9 por ciento de la producción española.

La ganadera abulense Adoración Martín ha denunciado en declaraciones que los profesionales de esta parte del sector lácteo están «hartos y aburridos de reivindicar y salir a la calle» para lograr medidas efectivas sobre los precios, pero, hasta la fecha, ni el Gobierno regional ni el nacional «han considerado el problema con seriedad», según ha valorado. Martín incidió también que no están conformes con lo que pasa pero no les dejan otra «alternativa» y continúan con los precios «que la industria quiere, cuando quiere y por el plazo que quiere».

La responsable de ganadería de UCCL ha arremetido contra los dirigentes políticos porque «como siempre venden la moto ante la opinión pública y luego todo es papel mojado, un espejismo» según sus valoraciones. Ha recordado en este sentido, que de nada ha servido el acuerdo nacional que se firmó en diciembre de 2015, tras la desaparición de las cuotas, ni el paquete lácteo.

La ganadera ha destacado también que con los contratos obligatorios se ha puesto al ganadero aún más a merced de la industria porque «sino firma no te recoge la leche y no se puede guardar». Además, se ha preguntado de qué sirven las organizaciones de productores sino pueden vender la leche. «Todo pasa por un precio justo, razonable, pero la industria es el problema, tiene toda la fuerza del mundo», ha aseverado.

Estamos desmoralizados, los gobiernos sólo nos han vendido motos sin resultados La ganadera ha precisado que el límite para cubrir costes de producción está en 0,34 euros por litro y se sigue a pérdidas tras tres años sin que nadie «haya movido ficha para mejorar el precio» que está muy alejado de la media de la Unión Europea, que alcanzó los 0,37 euros a finales del año pasado. «Cada fracaso es un eslabón más de fuerza para la industria», ha afirmado.

Adoración Martín ha lamentado que los ganaderos «tendemos a desaparecer» aunque ha reconocido que no se rendirían sin luchar y que esta desaparición «no será de la noche a la mañana». Ha aseverado que algunos se irán por jubilación, y otros por falta de rentabilidad, tanto pecuniaria como «emocional» porque «aunque eres un productor de un alimento básico para la sociedad, la industria lo chafa todo, no llegas a fin de mes y no puedes emplear a nadie para llevar una vida digna», ha sentenciado.

«No sabemos ni qué hacer, estamos desmoralizados, la leche no vale lo que tiene que valer y los gobiernos sólo nos han vendido la moto sin resultados», ha concluido, para recordar, no obstante, que sus reivindicaciones en la calle, como la marcha blanca, si sirvieron, por lo menos para que la sociedad visualizará la situación por la que están pasando y con la esperanza de que el público consumidor de este producto empatizase con su reclamación.
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