Los vecinos se levantan contra el proyecto de parque eólico de Barjas

Más de un millar de alegaciones dicen "aquí no" por el valor de la zona y la manera de realizar un proyecto a gran escala que no dejará riqueza allí

Mar Iglesias
25/02/2021
 Actualizado a 25/02/2021
Uno de los espacios, en los montes de Barjas, donde podría ubicarse ese proyecto.
Uno de los espacios, en los montes de Barjas, donde podría ubicarse ese proyecto.
Las juntas vecinales de Barjas y Corrales-Peñacaira, y la asociación CapelaFaroSeo ha manifestado su rechazo al proyecto eólico que han conocido que se hará en su zona, algo de lo que aseguran que el Ayuntamiento no les había informado.

“Estimamos que se hicieron más de un millar de alegaciones por parte de agrupaciones y también individuales, desde El Bierzo, Galicia y León. También se han presentado más de 300 firmas recogidas, en un breve espacio de tiempo, entre los vecinos de municipios afectados, Barjas, Vega de Valcarce, Trabadelo, Corullón, etc.”, apuntan las juntas vecinales.

Tras reunirse virtualmente con más de 10 asociaciones, entre ellas A Monteira, Ateneo La Guiana, Plataforma por la Defensa de la Cordillera Cantábrica, Ecologistas en Acción, Bierzo Aire Limpio, Amigos de los Montes Aquilianos, A Volta grande de O Courel, ADEGA Lugo, Asociación Galega Custodia do Territorio, Asociación desemvolvemento Social Courel,…y también con gente de la zona, sienten el respaldo “para compartir y emprender acciones futuras, después de este primer paso” que ha correspondido a presentar alegaciones.

“Nos sentimos apoyados y con entusiasmo por seguir trabajando con las plataformas que están poniendo luz a esta situación de los macroproyectos eólicos y solares, que amenazan no solo a Barjas, si no toda la comarca del Bierzo”, dicen.

“No estamos en contra de la necesidad de obtener energía limpia, ya que somos conscientes de que es el futuro.Pero lo que no puede ser es que se haga en estos lugares, donde paisaje y recursos ambientales son valiosísimos". Ni el lugar ni la forma “a gran escala” consideran que es la correcta.

Los puestos de trabajos prometidos son escasos, apuntan y toda la gestión del futuro parque se haría desde la distancia, sin fijar empleo en la zona. Las cuentas no les salen y critican el “engaño” que consideran que supone hacer un macroproyecto dividido en otros más pequeños, perteneciendo al mismo grupo financiero.
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