Los vecinos de la zona de Huertas, "hartos" de ruidos y trifulcas nocturnas

Aunque sucesos tan extremos como la agresión al policía fuera de servicio no son habituales, denuncian que conciliar el sueño los fines de semana es casi misión imposible

A. Cardenal
19/11/2017
 Actualizado a 14/09/2019
Así amanecen losbancos de la zona de la calle de las Huertas y el paseo Ángel Barja. | L.N.C.
Así amanecen losbancos de la zona de la calle de las Huertas y el paseo Ángel Barja. | L.N.C.
El pasado sábado, una decena de menores de edad acosaron e insultaron a la mujer y los familiares de un policía municipal fuera de servicio, que cuando les recriminó su actitud, recibió una brutal paliza por la que tuvo que ser trasladado al Hospital del Bierzo.

En este episodio jugaron un papel trascendental los vecinos del entorno de la calle de las Huertas, que alertados por los gritos desesperados de la mujer, incapaz de frenar la agresión, avisaron a emergencias, mientras que otros trataron de persuadir a los jóvenes desde las ventanas y algunos incluso bajaron a la calle para tratar de ofrecer su ayuda y tratar de socorrer al agredido.

Si bien un capítulo de tal gravedad no es habitual, los vecinos reconocen sentirse «hartos» de los gritos, los altercados y los problemas que se reproducen por las noches cada fin de semana. «A veces hacen botellón por los alrededores y no controlan, cuando empiezan a dirigirse hacia los bares no controlan el volumen, no son conscientes de que están chillando y molestando a los vecinos», lamentan.

Y es que pese a que reconocen que no es una zona ‘popular’ para realizar botellones, sí se encuentra en una ruta de paso hacia los bares, por lo que el goteo es constante y las discusiones fuera de tono, que no suelen pasar de ahí, también.

Otras veces son los propios excesos en la ingesta de bebidas alcohólicas las que quitan el sueño. «Hace un par de semanas un chico estaba completamente ido, tumbado porque no podía tenerse en pie, con un par de chicas a su lado que le estaban cuidando, pero gritaba por qué pensaba que estaba solo», recuerda Carla Fernández, vecina de la plaza Albeniz. «Es un despropósito, porque todos los fines de semana pasa algo», apostilla.

Y eso que ahora están en ‘temporada baja’. «En invierno no apetece tanto estar en la calle y se nota menos trasiego y menos problemas, pero en verano y con alguna copa de más, a muchos les da por volver a ser niños en los columpios y a hablar a grito pelado», lamentan.

Por ello, creen que la Policía Municipal y la Policía Nacional deberían tener en cuenta este tipo de conductas e incrementar la vigilancia y las patrullas por la zona durante los fines de semana, no solo por el bienestar de los propios vecinos, sino «para evitar que sucesos lamentables como los del sábado vuelvan a pasar».

Y es que recuerdan que en el caso de los menores, varios de ellos ya tenían antecedentes por casos de vandalismo, lo que provoca que algunos vecinos teman incluso dejar los coches aparcados en la calle los fines de semana para evitar que sufran los daños colaterales de una riña o una noche de excesos. «Cuando tenemos visita, muchas veces recomiendo aparcar en otras zonas, porque los oyes pasar, botellas romperse, ves los restos por las mañanas y no sabes si a lo mejor le habrán hecho algo a tu coche», señala otro vecino de Huertas, que prefiere no revelar su identidad.
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