Pese a que cada vez estamos más informados y sabemos mejor cómo comparar precios, los supermercados, a veces, encarecen los productos sin que el consumidor se entere. Una de las estrategias es la de bajar el gramaje de los envases y productos y mantener los precios, tal y como han denunciado varios usuarios en las redes sociales. De este modo, las marcas de fabricantes y los establecimientos se aseguran los mismos ingresos a un menor coste. A la vez, se pueden transportar más unidades de un mismo producto porque caben más en los palés y también en los lineales de las tiendas, tal y como los propios directivos del sector de la distribución han reconocido en alguna ocasión.
Otra de las prácticas que hacen que se encarezca la cesta de la compra. según ABC.es, es la de fomentar los productos «premium» que el consumidor elige para darse un capricho. Así, se dan dos tendencias opuestas: el español es cada vez más un cazador de ofertas, pero al mismo tiempo aumentan el consumo de alimentos y bebidas que suponen una recompensa al final del día y tras una jornada de trabajo como pueden ser el chocolate negro, el yogur griego, las patatas fritas de sabores o las cervezas de gama alta, según se recoge en el mencionado informe de Nielsen.
Asimismo, el auge de los platos preparados tiene un impacto directo en nuestros bolsillos. Cada vez cocinamos menos en casa y el gasto en comida a domicilio y para llevar ya representa el 7% del gasto total en esta categoría en España con un desembolso medio de 15,30 euros por pedido frente a los 4,20 euros del tique medio de un ágape preparado en casa, según un informe de Kantar. Conscientes de esta tendencia, los supermercados se han apuntado al fenómeno de los «mercaurantes» y en muchas superficies ya se da la opción de degustar platos preparados a un menor precio que en un restaurante. Según un informe de Aecoc, dos de las razones que explican la expansión de los «mercaurantes» son el bum de la comida a domicilio y la irrupción de opciones saludables en los platos preparados. Además, los «mercaurantes» cuentan con la ventaja de que los supermercados tienen muchos más puntos de venta y de que algunos están abiertos las 24 horas del día.
Envases grandes sin ahorro
Por otro lado, la OCU advertía hace unos meses que comprar el formato grande, familiar o ahorro no siempre es más barato que el mismo producto en un envase pequeño y que puede llegar a darse, incluso, lo contrario. La Organización de Consumidores OCU aseguraba que así lo había comprobado con productos de las secciones de lácteos, droguería y otros productos de alimentación donde el precio del formato ahorro puede llegar a ser hasta un 82% más caro.Por ello, desde la OCU aconsejan comparar el precio por unidad de medida (kilo, litro, por dosis, por rollo, etc), «que es un dato obligatorio» de cara a informar mejor al cliente.