En la caminata les acompaña la incertidumbre por el futuro de la industria de producción primaria de aluminio. Tras meses de negociaciones, en la actualidad tan solo un fondo de inversión suizo está dispuesto a hacerse con las plantas de Alcoa en Avilés y A Coruña y dar continuidad laboral a los trabajadores. También creen que el Gobierno no ha puesto todo de su parte para apoyar la llegada de una alternativa empresarial a las plantas.
Este domingo la marcha continúa con la cuarta etapa que irá desde Cimanes de la Vega hasta Benavente.
En busca de un inversor
El presidente del comité de empresa de Alcoa, José Manuel Gómez de la Uz, explicó que en estos momentos se mantienen paradas las sedes de electrolisis, “el corazón de la empresa”, de manera que si no se consigue un inversor “que dé una solución para los cortes eléctricos que lastran la fábrica”, el día 30 de junio se producirán los despidos de dos tercios de una plantilla total de 300 personas.José Manuel Gómez de la Uz explicó que los trabajadores están a la espera de que llegue “un posible inversor que prometió el Estado buscar en los últimos meses”, mientras que solamente hay un inversor “que no da ninguna garantía de futuro para el cien por cien de la plantilla”.
Del mismo modo, se esperan que se lleve a cabo una reunión con el Ministerio de Industria comprometida hace ya una semana pero de la que aún se desconoce fecha, por lo que Gómez de la Uz sospechó que “están esperando a que el inversor compre para poder decir que ésta es la solución, dar la patada al balón hacia delante y al final engañarnos”.
La llegada de los trabajadores a Madrid está prevista el día 24 de este mismo mes, donde llevarán una manifestación hasta el Ministerio de Industria, para reivindicar su posición y el recibimiento “para ver si de verdad ellos tienen alguna solución”.