Según se especifica en este documento, el 65 % de los encuestados muestran su pesar por las ausencias de sanitarios no sustituidas, lo que obliga a «acumular el trabajo de los compañeros, aumentando la carga asistencial y/o renunciar a sus descansos dificultando la conciliación de la vida familiar y profesional».
Pero también un importante porcentaje, el 63,3% del total, que considera que falta formación en horario laboral, mientras que la mitad del muestreo asegura que la plantilla es insuficiente. Pero hay otros aspectos destacados, como que el 38,1 % de los participantes en la encuesta considera que la dirección y los mandos intermedios no resuelven los problemas, mientras que un 32,9 % asegura que realizan un exceso de jornada y no lo computan como tiempo trabajado. Por último, otro 31,4 % destaca que no se certifican las responsabilidades asumidas.
Pero aunque esta encuesta es autonómica, hay otras cuestiones que se añaden al listado de reclamaciones que son peculiares en cada provincia. Así, en CCOO han detectado que los sanitarios de León se quejan de la falta de adaptación de los puestos de trabajo por salud laboral, la denegación de los permisos de forma no justificada y las pocas posibilidades de movilidad interna.
Perfil de los participantes
Hay que tener en cuenta que esta encuesta fue realizada en el Complejo Asistencial Universitario de León, el Hospital del Bierzo y los centros de especialidades de José Aguado, La Condesa y Villablino. Fueron en total 230 trabajadores los que se sumaron a este estudio, lo que supuso el 5 % de la plantilla de la provincia de León, que es de cerca de 5.400 profesionales de Atención Especializada. En total fueron 4.484 los trabajadores que formaron parte de la encuesta en el conjunto de Castilla y León, un 15 % de la plantilla aproximada de Sacyl (29.000 trabajadores).
Entre estos encuestados se encontraban diferentes categorías, como enfermeros, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, licenciados especialistas, personal administrativo, técnicos superiores sanitarios y no sanitarios celadores, operarios de servicios y de oficios, MIR y EIR, matronas, técnicos de prevención de riesgos laborales, psicólogos, telefonistas, personal informático, trabajadores sociales y oficiales de mantenimiento de hospitales y centros de especialidades de la comunidad.
Resultados similares
Según se apunta en este informe, pese a la variedad y el perfil diverso de los profesionales de Sacyl participantes, «los resultados han sido muy similares entre las diferentes categorías y entre los diferentes centros de trabajo».
«En la sanidad pública de Castilla y León cada vez hay más presión asistencial, motivada principalmente por el envejecimiento de la población y un insuficiente número de profesionales en las plantillas», explican desde Comisiones, donde apuntan que «a esto hay que sumar una jornada de trabajo excesiva, particularmente en los turnos rotatorios que trabajan mañana, tarde y noche todos los días del año, y que muchas de las ausencias no se sustituyen, por lo que entre con menos trabajadores de los que debieran se atiende a todos los pacientes». «Y aun en estas condiciones la calidad humana y profesional de nuestro servicio de salud es excelente», señalan a modo de conclusiones tras el informe, por lo que reclaman que se satisfagan todas las quejas de los profesionales. «La nueva consejera de Sanidad, la Gerencia Regional de Salud y los gerentes y las direcciones de los centros de trabajo han de tomar medidas urgentes, de manera que cumplan la normativa y hagan una correcta gestión de todos los profesionales que trabajan en Sacyl», exigen desde el sindicato.
El último ejemplo: traumatología
El Hospital de León cuenta desde esta semana con dos traumatólogos menos dentro de su plantilla, según denunció este martes UGT en Radio León. Se trata de una circunstancia atípica, puesto que los dos profesionales han abandonado el Complejo Asistencial Universitario de la capital leonesa para ir a trabajar al Hospital del Bierzo, donde les ofrecen mejores condiciones. Según detalla UGT, la Junta de Castilla y León no piensa sustituirlos y culpa de ello al vicepresidente del Ejecutivo autonómico, Francisco Igea, y no a la consejera de Sanidad, Verónica Casado.