"Los rivales tienen que saber que contra la Deportiva van a sudar"

La Deportiva ha vuelto esta semana al trabajo con hasta nueve caras nuevas respecto a una temporada pasada que se quiere olvidar lo antes posible.

La primera piedra de la Deportiva de Bolo, tras las renovaciones de Jon García, Isi y Ríos Reina, fue el fichaje de Óscar Sielva, el motor de un Rápido de Bouzas que en su primera temporada en Segunda División B acarició el ‘playoff’ de ascenso que el conjunto berciano ha visto desde la barrera los dos últimos años.

Para que la Ponferradina vuelva a soñar con regresar a la división de plata, el centrocampista ofrece una receta sencilla: «humildad y trabajo».

«Va a ser lo que nos permita llegar arriba», asegura el canterano perico –llegó a debutar en Primera División con el Espanyol con apenas 17 años–, que aterriza en la capital berciana tras alcanzar su madurez futbolística en el Rápido de Bouzas.

En el equipo vigués, el centrocampista vivió un máster acelerado sobre la importancia del bloque y como las individualidades, por sí solas, no son sinónimo de éxito. «Lo importante es la ilusión, el trabajo diario y que el grupo crea. Es lo que estamos haciendo en estos primeros días de pretemporada, hacer un equipo», destaca.

Las primeras sensaciones no pueden ser mejores. Sielva destaca la atención al «detalle» tanto del club como del cuerpo técnico y reitera que la «unión» debe fraguarse durante la pretemporada para «arrancar lo mejor posible».
Tras dos temporadas en clubes cuyo principal objetivo era salvar la categoría –Rápido de Bouzas y Somozas–, al centrocampista no le intimida dar el salto a una Ponferradina que tiene entre ceja y ceja la Segunda División y asume la «responsabilidad» de vestir la camiseta blanquiazul. «Somos conscientes del club en el que estamos. Los rivales tienen que saber que contra la Deportiva van a tener que sudar la gota gorda», sentencia.

Así, para el mediocentro los amistosos exigentes de la pretemporada ante dos candidatos a luchar por el ascenso a Primera División como Oviedo y Deportivo de la Coruña permitirán que los blanquiazules aceleren su puesta a punto. «Nos va a venir bien. Hay que acumular minutos y jugar contra gente de Segunda es lo mejor para coger ritmo y ponernos a tono más rápido», asegura el centrocampista, un ‘pulmón’ que el año pasado superó los 3.000 minutos jugados en el Grupo Ide Segunda División B.