Además de colocar nueva señalización al inicio de estos ciclocarriles, pintados también de amarillo sobre la calzada, los trabajadores municipales instalaron este miércoles varios pivotes verdes que tienen como objetivo hacer más visible esta prioridad así como evitar que los coches invadan el carril.
Sin embargo, su recepción no ha sido demasiado buena por parte de los leoneses y sus vehículos, siendo varios de ellos los que han sido derribados. De hecho, algunos apenas duraron minutos sin recibir el impacto de un coche.
Estos pivotes, que ocupan la anchura de la propia línea del carril, han sido también un inconveniente para los autobuses urbanos, que bien por obligación, bien por precaución para no golpearlos, circulan por el carril izquierdo.
Además, como el caso del instalado en la Plaza de Santa Ana, ha tenido que ser retirado ante la imposibilidad de realizar la maniobra para acceder hacia la avenida Reino de León.
Habrá que comprobar si el Ayuntamiento de León procede a la reparación de los pivotes ‘caídos’ o decide retirarlos y asumir que estos separadores parecen no ser bienvenidos en la ciudad.
El PP denuncia que "circular por León se haya convertido en una carrera de obstáculos"
El Partido Popular de León atacó este jueves el plan de movilidad del equipo de gobierno del Ayuntamiento a propósito de los nuevos pivotes instalados: «El pasado mes de mayo, el alcalde de León, José Antonio Diez, anunciaba un plan con ‘importantes cambios en la movilidad de la ciudad’. Lo que quizás los leoneses desconocían es que iba a sembrar las calles de la ciudad de unos bolardos verdes en mitad de las calzadas que se ‘comían’ los conductores ante la falta de visibilidad».
En ese sentido, señalaban que «circular por la ciudad de León se iba a convertir en una carrera de obstáculos que, en muchos casos, tendría la meta en el taller de chapa y pintura.
Así mismo, señalaban el mal estado de los cojines berlineses instalados en la calle Corredera «que se han convertido en cuchillos afilados para las ruedas de los vehículos» y afirmaban que «los itinerarios de las zonas 20 y 30 son un dislate que hasta impiden en algunas vías el cambio de dirección obligando a los conductores a atravesar líneas continuas».
Para el Partido Popular, es cierto que la gestión del alcalde Diez ha supuesto «un antes y un después para la ciudad que con las prisas, la imprecisión y las chapuzas del equipo de gobierno han convertido a León en una ciudad intrasitable. Desde los 500.000 euros para pintar Ordoño hasta la ‘ridiculez’ de los bolardos, los cojines berlineses cortados y afilados como cuchillas, los cruces del Paseo Salamanca o Guzmán impidiendo los giros a la derecha, o el cierre del centro los fines de semana con las consecuencias que está teniendo para la hostelería».