Los personajes del tío Ful: Susana Teixeira, periodista

Ejerció el periodismo a largos tragos, de una cadena a otra, de Lobatón a España Directo. Vivió del avión al micrófono, disfrutó... y ahora necesita un descanso

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
25/01/2020
 Actualizado a 25/01/2020
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En la fiesta de los periodistas (24 de enero)... una periodista, ¡qué menos!, leonesa, reportera de televisión que recuerda con especial cariño su etapa en España Directo mientras cuida, nuevamente en su tierra, a Lucas, que acaba de nacer.

En Olleros de Sabero, su pueblo, empezó todo, al calor de la estufa alimentada por el carbón de las minas, caminando en madreñas hasta ese colegio de Santa Bárbara en el que escribía y representaba teatro.

El periodismo para ella fue como una escalera, peldaño a peldaño, de la televisión local a la regional y de ahí a la nacional. Antena 3, Tele 5... pero recuerda con especial cariño aquel que le permitió entrar en más casas, España Directo, en La 1. «Era un programa diario, con muchísima audiencia. Todos los días estábamos en las casas de las personas y les contábamos historias de cualquier punto de España, que es un país que da mucho de sí».

- Cada día un reportaje...
- Cada día, durante casi cinco años. Y en directo.

Trabajó la leonesa con grandes nombres de la comunicación, como Paco Lobatón, al que reconoce que «tenía idealizado pues le veía cuando era casi una niña en el recordado Quién sabe dónde y me llamaron para Los más buscados, que dirigía él. Es un placer trabajar con él pues él, en sí mismo, es televisión. Ahí me vieron y me llamaron para España Directo».

La niña de las madreñas no culta que como periodista «lo que más me gusta es contar historias de los pueblos, de la gente sencilla, va más conmigo que la política, las ruedas de prensa».

La niña que se calentaba con carbón nunca olvidó esos recuerdos. «Tuve la mala suerte de que en mi valle la mina ya estaba muy muerta, pero cuando estuve en Internacional en Tele 5 hubo muchos conflictos mineros y peleé mucho para que los cubriéramos, para estar con los mineros».

Tanto viaje, ‘vivir’ en la T4, pasa factura, y Teixeira forma una familia, tiene hijos... «pasaban los años y yo seguía igual, eso de conciliar en nuestra profesión es una utopía y te planteas la necesidad de ver crecer a tus hijos... y en ello estoy». Ha regresado al León rural y disfruta de «conocer a los vecinos, de que todo esté cerca... quiero que mis hijos crezcan en este ambiente y después ellos verán».

Como hizo su madre.
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