Los personajes del tío Ful: Mari Carmen, ex cantinera y experta en "hierbas"

«Para hacer el aceite de pericón, aquí le llamamos así, hay que coger las hierbas por San Juan, pero de sitios alejados de las carreteras, que no estén contaminadas por el polvo y los humos de los coches; después hay que tenerlas treinta días al sol, el sol es el que le da la fuerza y el color, que las hierbas son amarillas y el aceite es roja, mírala aquí...». Y sigue explicando los secretos del aceite de pericón, al que tiene mucha fe, pero también de otros muchos ungüentos, hierbas y plantas, que tiene repartidas por la casa «para ir experimentando», pero no duda de su eficacia porque lo ha comprobado una y mil veces.

- Mira, este aceite es lo mejor que hay para las heridas, cicatrizan en un día; pero tienes que tener cuidado que no haya infección porque como tiene tanta fuerza para cerrar si hay infección queda dentro y preparas un lío de los demonios.

Es Mari Carmen García, durante muchos años cantinera del Bar Patri en Naredo de Fenar, hoy ya jubilada. Tiene la espontaneidad y la filosofía de vida de quien ha visto, escuchado y vivido de todo detrás de la barra de aquellos bares que no tenían prisa por cerrar, siempre dispuestos a preparar algún guiso...

- ¡Lo qué habrás visto tantos años en el bar!
- De todo, en un bar se ve y se escucha de todo, pero como si no lo vieras, que lo tuyo es oír, ver y callar.

Mientras habla se acuerda de nuevas propiedades del pericón. «Para la diarrea, en infusión, no lo hay mejor, mano de santo. Y para la piel... mira la cara de mi madre».
Su madre, Carmen González, también presente en la conversación, preocupada porque se apaga la cocina, sonríe al ver que le miran su piel tersa a sus 93 años, pero concede. «Es muy bueno el aceite, a mí me viene muy bien». Y juntas recuerdan que, por ejemplo, su hijo y nieto respectivamente, Manolín el ex luchador, se lo aplica también a los caballos con éxito.

- Tienes esto lleno de recetas.
- Por ver.Pero esas recetas modernas no sirven para nada, nunca tienes de todo. El secreto de la cocina es hacer y hacer, tomar nota, aprender... ah, y cocinar en cocina de carbón.