Los nuevos paisajes

Hasta finales del noviembre pasado se pudo ver, en la sede de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, la exposición titulada ‘A punto de ser nada’, resultado de casi tres años de investigación sobre el suelo de la provincia de León en los que se realizaron una serie de trabajos de campo en montañas, minas a cielo abierto, explotaciones ganaderas y grandes infraestructuras como los túneles que cruzan la cordillera Cantábrica, entre otras varias. El objetivo fue presentar un inédito retrato del territorio. La exposición contenía materiales de diferente naturaleza, producto de la puesta en práctica de la metodología que continuaba la línea de proyectos anteriores de la institución como ‘Territorio Archivo’, ‘Arqueologías del futuro’, ‘Declaración de ruina’ o ‘Región’; trabajos que en su día abordaron la memoria colectiva, la crisis, la despoblación o el cambio radical del paisaje debido a la política hidráulica, huyendo de la nostalgia y recuperando del pasado lo que pudiera ser útil al porvenir.

En ‘A punto de ser nada’, se mostraron documentos y mapas históricos, obras de arte actuales fruto de los trabajos de campo realizados por los artistas Irene Grau, Jorge Yeregui y Juan López, también pintura del siglo XVII, colecciones botánicas, de fósiles y minerales, películas como ‘Los montes’ de José María Martín Sarmiento o ‘Earth’ de Nikolaus Geyrhalter, fragmentos de explosiones en las minas, además de 44 grabaciones discográficas de antropología sonora de todo el mundo seleccionadas por Luis Martínez Campo. Todo interactuaba —en palabras del comisario del proyecto, Alfredo Puente— para mostrar las formas de vida locales conectadas con situaciones globales en torno a la energía, el extractivismo fósil, la geoingeniería, el sector primario o la pérdida de población. Además se colocaron en la sala decenas de fósiles que afloraron tras una voladura con dinamita en la mina a cielo abierto Nueva Julia, restos de la flora que pobló la región hace millones de años; un hallazgo de los trabajadores que llevaban a cabo el cambio de la superficie residual en nuevos pastos para ganado acelerando procesos que han creado un falso relieve natural.La muestra exploraba un paisaje abandono, postindustrial, con montes de escoria y pueblos vaciándose mientras la naturaleza recuperaba su sitio sobre arquitecturas fabriles y diferentes huellas de una vida pretérita, después del fin de casi todas las actividades relacionadas con la explotación del territorio en la provincia de León; pero también anunciaba nuevos paisajes: campos eólicos, huertos solares o escombreras transformadas en praderas y pastos artificiales.

Se muestran ahora, desde el 23 al 27 de febrero, en la feria internacional de arte contemporáneo de Madrid ARCO, varias de estas obras producidas por la institución de Cerezales del Condado. Irene Grau ha llevado al stand de la galería Fernando Silió varias de sus piezas creadas con todos los tipos de carbón de la provincia y Jorge Yeregui, por su parte, expone en el espacio de la galería Alarcón Criado la obra titulada ‘Las montañas perfectas II’, un estudio de las montañas de residuos mineros en el que ha seleccionado un muestrario morfológico de sus tipos.