«La solución pasa porque se reanuden los suministros de carácter urgente o presentarán una extinción y ya no servirá de nada defender un sector que no existirá», dice Díez. Por eso espera que se pongan de acuerdo las empresas mineras con las eléctricas cuanto antes y advierte que «no vamos a tolerar que sigan entrando camiones con carbón internacional, cuando el nuestro es más barato».
Solo 20.000 toneladas sería un mínimo de entrada que las mantendría vivas, pero lamentan que no se esté dando esa entrada y que el sector vaya cesando ante esa falta de compra. Pero Díez considera que, además de Endesa, es el Gobierno el que les ha llevado a la situación crítica que viven «ha sido impasible e intratable y ha incumplido el Real Decreto de Garantía de Suministro que dejó el mercado libre» apunta Díez, que en la manifestación estuvo apoyado por una gran parte de la plantilla y por el regidor de Villablino, Mario Rivas.
«El Plan de Carbón estipulaba la compra y se ha incumplido», dice, por eso considera que las medidas que se están pidiendo para sacar adelante un Real Decreto que ate a las eléctricas y les ponga difícil el cierre «no nos sirve de nada». Asegura que podrían seguir funcionando como lo están haciendo hasta el momento, sin adquirir carbón nacional «tiene que haber algo parejo que les obligue a comprar algo mínimo para que podamos subsistir», dice. Este viernes los mineros volverán a manifestarse a las puertas de Compostilla para dejar ver su protesta y el martes protagonizarán una manifestación por las calles de Ponferrada desde la sede de los sindicatos hasta la de la Junta de Castilla y León en la ciudad.