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Los heraldos negros

27/02/2020
 Actualizado a 27/02/2020
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Me he permitido tomar este título de César Vallejo y reconozco la osadía de volver a sus versos: «Son los heraldos negros que nos manda la muerte» que, siempre nos negamos a ver. Uno de ellos podría ser el coronavirus que se extiende por todo el mundo. Miles de muertos. Uno aquí, otro allá. Los informativos dan consuelo, porque aquí vamos librando. No en vano, vivimos, en el ‘estado del bienestar’ que es un cuento inventado por los políticos, para que les estemos agradecidos. Para no ofender, los muertos no son personas, carecen de cara e identidad. Y las informaciones, tan deshumanizadas, como una ‘porra’en la pared de un bar.

Pero las plagas no son algo episódico, propias de exóticos países. Caminan con nosotros. A veces, nos sorprenden y dicen ¡basta! Males como la malaria, el ébola, sida endémico de África o la lepra… diezman la población en medio mundo, y siempre han existido. Son como una maldición bíblica –y posiblemente lo sean– porque, tal como nos comportamos con el Planeta, nos lo merecemos.

Una de ellas fue la mal llamada ‘gripe española’, en los felices veinte. A su paso dejó 40 millones de muertos en todo el mundo y 8 en España. Llámense como se llamen pandemias, epidemias, síndromes… Estas plagas son verdaderas pestes, por su latitud y mortandad. Cuando las cosas se nombraban con crudeza, se dio la ‘Peste Negra’ –siglo XIV– que desembarcó en Europa, procedente de Asia, como ahora. Fue tal su impacto que se llevó 20 millones de personas. En cuanto a lo bueno, si así puede decirse de una peste, es que a falta de efectivos, se paró la Guerra de los 100 Años. Sobre la peste medieval, Ingmar Bergman rodó ‘El Séptimo Sello’. Que el título sea una cita del Apocalipsis, es una pista. Entre cadáveres hinchados, entre brumas, cabalga el Señor Feudal Max von Sydow. En aquel tiempo, la muerte era algo tan habitual, que incluso se celebraban las Danzas de la muerte, presta con la guadaña. El Caballero ganará o perderá su vida, en una alegórica partida de ajedrez que perderá.

Más reciente, ‘la Peste’, de Albert Camus. En Orán, cuando M. Rieux ve una rata muerta en la escalera. Cuando todo pase, volveremos a olvidar, pero nos dejarán la película o la serie: ‘La vie en rose’.
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