Los comerciantes de Cacabelos se organizan para protestar por los robos

Están cansados de que continúe la oleada de atracos, pese a que en octubre se produjeran detenciones y lamentan la inseguridad a la que están sometidos

Mar Iglesias
05/11/2019
 Actualizado a 05/11/2019
Último de los robos registrados en una máquina expendedora del gimnasio de la localidad.
Último de los robos registrados en una máquina expendedora del gimnasio de la localidad.
Un grupo de comerciantes y empresarios de Cacabelos están comenzando a unirse, tras la llamada de uno de ellos, el propietario del gimnasio Ftrainer Sport, Óscar Juarros, cansado de haber vivido tres robos en los últimos meses en sus instalaciones.

Aunque los ladrones no se hacen con grandes botines, puesto que sus intervenciones no van más allá de las cajas registradoras o de las máquinas de café, si provocan daños notables en los establecimientos y generan una inseguridad que los vecinos lamentan.

Juarros ha publicado un vídeo con las "armas", dice, con las que cuentan los cacos, y que dejan de regalo en sus instalaciones. Una barra de acero y un tronco han sido los protagonistas de los robos que ha vivido, pero asegura que él quiere mover otro "arma", la de la movilización. No es Juarros el único que ha sufrido robos en los últimos meses, en los que incluso se han registrado en dependencias municipales como la biblioteca y el colegio. También algunos bares han sido pasto de los ladrones y el alcalde Junior Rodríguez, había manifestado su preocupación al respecto. De hecho había contactado con la Guardia Civil para solicitar su implicación en estos hechos que incomodan a los vecinos. Finalmente hubo detenciones.

Precisamente el Día del Pilar, celebración de la Guardia Civil, el capitán de este Cuerpo en la comarca del Bierzo, José Juan Martín, daba cuenta ante los medios de la detención de dos personas presuntamente relacionadas con esos numerosos robos en Cacabelos.

Reconocía Martín que la situación estaba "generando una pequeña alarma social que el alcalde nos había trasladado". Unos meses antes, en agosto, se registraba otra detención de una persona como supuesto autor de dos delitos de robo con fuerza en las cosas, uno de ellos tuvo lugar en una clínica veterinaria y el otro fue una tentativa de robo en una librería, ambos en Cacabelos.

Con esas detenciones los comerciantes confiaban en que estaría resuelto el problema, pero, lejos de ser así, los atracos siguen adelante, además, con el mismo objeto que los anteriores, recuperar el montante de máquinas expendedoras o registradoras.

Hasta el albergue de peregrinos fue testigo de uno de esos robos con los que los vecinos ahora quieren acabar. Su intención es hacerse oír movilizándose o manifestándose para dejar claro que "queremos vivir en nuestro pueblo, pero con seguridad", advierten, sin lanzar reproches a a las administraciones, aunque veladamente consideran que no se han puesto los medios suficientes para acabar con los robos, que ya van sumando una veintena.

En septiembre los vecinos habían manifestado su hartazgo ante lo que consideraban "una ciudad sin ley", como había dicho el regidor, al pedía ayuda a los Cuerpos de Seguridad para esclarecer unos hechos que seguían sumando. Y es que en una misma noche se llegaron a producir dos robos, uno en una tienda de viticultura y otro en un bar al que le rompieron las lunas. El albergue también había sufrido dos robos y el gimnasio iniciaba la cuenta con uno. Antes se habían producido también actos vandálicos contra las piscinas municipales y la biblioteca.
Los comerciantes no han decidido aún la manera en la que concretarán sus protestas pero aseguran que no se quedarán quietos a la espera de que la suma siga engordando.
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