Los auxiliares de Compostilla lamentan su exposición laboral pese a que la central esté cerrada

La consideración de servicio esencial al eléctrico les obliga a estar al frente y ya se ha producido un contagio en Nervion

Mar Iglesias
17/04/2020
 Actualizado a 17/04/2020
Los trabajadores de Nervion protagonizaron manifestaciones pero decidieron resolver por el juzgado sus desavenencias con la empresa.
Los trabajadores de Nervion protagonizaron manifestaciones pero decidieron resolver por el juzgado sus desavenencias con la empresa.
Los trabajadores auxiliares que operan en la central eléctrica de Compostilla, en Cubillos del Sil, siguen trabajando por ser considerado servicio esencial el sector eléctrico, aunque, desde Comisiones Obreras, el delegado Alfredo Peláez reconoce que “no sabemos para qué, porque las instalaciones llevan año y medio sin funcionar”. Pero siguen adelante, con la exposición que ese trabajo permite al contagio, reprochan, algo que consideran que viene dado por una dejadez de las estancias superiores. De hecho, en los últimos días, se ha declarado un caso de coronavirus en uno de los empleados de la subcontrata que opera en la central de Compostilla II de Endesa, Nervion Industrial S.L., que realizan tareas de limpieza industrial en la fábrica desde el año pasado.

Hasta el momento y desde que empezó la crisis, esta empresa, al igual que el resto de subcontratas, en total unas siete que siguen operando en la central, trabajan con la plantilla segmentada, cada 15 días un grupo, con el fin de limitar contactos y, por ende, posibles contagios. Fue en uno de esos relevos en los que, al parecer, se dio el contagio el pasado lunes, que ha hecho que los dos compañeros que operaban con el primero positivo también hayan tenido que ser enviados a casa para guardar cuarentena. También se ha enviado a casa a los colectivos más vulnerables ante la pandemia.

Según la Plataforma de Auxiliares de Endesa, también hay dos infectados por coronavirus en Endesa, aunque aseguran que se están tomando medidas de seguridad en el trabajo. Sin embargo, consideran que sus tareas deberían haberse suspendido dada esta situación y la de la empresa, que tiene fecha de cierre en el mes de junio.

Desde Endesa se asegura que pese al parón de la central, es obligatorio tener disponibilidad para retomar la actividad, como sector estratégico, por lo que es necesario contar con todos los efectivos. Sí reconoce que, como prevención sus empleados están operando al 40% de manera presencial y al 60% fuera de la central y se han extremado las medidas de seguridad. De ese modo, aseguran que han conseguido sortear el COVID-19 en sus empleados, ya que no reconocen que se hayan producido casos en la misma. Endesa ha invertido hasta 25 millones en prevención para tratar con especial cuidado este tema.

Aunque la decisión de retrasar o no el cierre es finalmente del Gobierno Central, Endesa no contempla cambios en las fechas ya que el 1 de julio, por normativa, no podrían estar operativos. Los empleados de las auxiliares han solicitado una reunión a la Secretaría de Estado de Industria el pasado 6 de marzo que tramita la petición para realizar un encuentro por videoconferencia. 

Los trabajadores siguen adelante, expuestos e incluso con conflictos laborales intensos, como es el caso de Nervion con ese positivo que llega mientras los empleados tienen un litigio con la empresa para cobrar cantidades adeudadas. Hace unos meses la firma, que en Ponferrada cuenta con 29 empleados tuvo que realizar manifestaciones e incluso protagonizar encierros paraconseguir negociar un convenio colectivo que lleva latente y sin conseguir salir adelante tres años “y cuatro sin producirse ningún incremento salarial”, puntualiza Peláez.

Incluso una decena de empleados han interpuesto 10 denuncias individuales solicitando importes de entre 2.000 y 4.000 euros por recortes de derechos que se han ido produciendo mientras la empresa ha cerrado puertas y no ha asumido ningún tipo de negociación “tienen estas oficinas abandonadas y en esta situación más aún”, dice Peláez que espera que los juzgados pongan las cosas en su sitio. Nervion se hizo cargo del servicio en 2018, cuando Endesa ya había anunciado el cierre de la central en junio de 2020, aunque la nueva concesionaria, que cogió el relevo de la anterior dijo no conocer esa situación.

El resto de auxiliares también viven situaciones parecidas con ERES en alguna de ellas como Auxitrans y manteniendo la petición de que las administraciones obliguen a la eléctrica a que busque una salida digna para los empleados.
Archivado en
Lo más leído