Los auxiliares de Compostilla acuden al Congreso de los Diputados con sus reivindicaciones

Unidas Podemos recibirá a los trabajadores para preparar una batería de preguntas al Gobierno para solucionar su situación

L.N.C.
16/07/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Trabajadores en el campamento, donde llevan instalados más de 150 días.
Trabajadores en el campamento, donde llevan instalados más de 150 días.
Los trabajadores de las empresas auxiliares subcontratadas en la central térmica de Compostilla acudirán este miércoles al Congreso de los Diputados, donde se reunirán a partir de las 11 horas con representantes del grupo parlamentario de Unidas Podemos. El objetivo de la reunión con la formación morada es que los diputados puedan conocer de primera mano la información sobre la situación de estos empleados, así como de sus compañeros en la central térmica de Andorra (Huesca), con el objetivo de preparar una batería de preguntas al Gobierno.

El portavoz del colectivo de trabajadores, Alonso Roa, explica que la “situación crítica” de los trabajadores se ha visto agravada en los últimos días por la ampliación de los expedientes de regulación de empleo por parte de algunas de las subcontratas afectadas, lo que repercute en las prestaciones que perciben los trabajadores.

En ese sentido, los auxiliares piden una medida de “contador cero” para que el tiempo que los empleados pasan inmersos en un ERE no se contabilice a la hora de percibir el subsidio de desempleo. Igualmente, solicitan un coeficiente reductor de la edad de jubilación para colectivos vulnerables, que suponga “una solución para la gente de más edad”.

En cuanto a los planes anunciados por Endesa, propietaria de la central, para aprovechar las instalaciones, Roa reclamó que la eléctrica plasme “por escrito” su compromiso para incorporar a los empleados en las labores de desmontaje de la central. “Queremos que cuenten con nosotros”, aseguró el portavoz de los auxiliares. A las puertas de las instalaciones, el campamento de protesta que los trabajadores montaron a finales del mes de enero continúa ejerciendo como punto de reunión de las plantillas. Con cerca de 150 días a sus espaldas, los empleados dejaron de contar los días de protesta para iniciar una “cuenta atrás” cuyo límite es junio del año próximo, fecha de cierre prevista para la central.
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