Los accidentes laborales se han cobrado ya cinco vidas este año

Entre enero y mayo de este año señalan un aumento del número de accidentes con 4.097 siniestros, 271 más que en el pasado año

D.L. Mirantes
16/07/2018
 Actualizado a 06/09/2019
Las carreteras han sido el escenario más habitual de los accidentes laborales mortales de este año. | MAURICIO PEÑA
Las carreteras han sido el escenario más habitual de los accidentes laborales mortales de este año. | MAURICIO PEÑA
Una tesis comúnmente aceptada en materia laboral establece que el aumento del empleo viene aparejado de mayor siniestralidad. En términos absolutos es lógico concluir que más gente trabajando supone más riesgos, que pueden llegar a traducirse en accidentes. Pero en la mano de las instituciones y los diversos agentes económicos y sociales está el tratar de que las tasas relativas se reduzcan paulatinamente conforme aumenta la prevención con medidas que pasan por mayor formación y planificación combinada con mejoras tecnológicas y técnicas. Sin embargo, por el momento, las cifras de empleo y siniestralidad en la provincia evidencian que el objetivo de la seguridad total se aleja. La siniestralidad avanza, en líneas generales, más rápido que el empleo.

Las cifras recogidas por Comisiones Obreras (CCOO) de León entre enero y mayo de este año señalan un aumento del número de accidentes (con y sin baja, en el puesto de trabajo e ‘in itinere’) con 4.097 siniestros, 271 más que en el pasado año. En términos relativos se trata de un incremento del 5,85%, mientras que en el lado del empleo, tanto en 2017 como en 2018, el paro se redujo en un 8%. Pero a pesar de que la siniestralidad general avanza de forma más lenta que el empleo, favorecida por la estadística de accidentes sin baja (3.099), el desglose evidencia que los fallos de seguridad tienen mayores consecuencias.

En el sector agrario se registraron de enero a mayo 74 accidentes, seis más que el pasado año, lo que supone un aumento del 8,8%, frente a la reducción del 12% de la tasa de desempleo. Sin embargo, se produjeron 3 siniestros graves, uno más que el pasado año; uno mortal, como en 2017; y 70 leves, cinco más que en el año anterior.

En la industria, el empleo crece aproximadamente al 10%, mientras que los accidentes leves se han incrementado un 23% (410). El punto positivo es queha habido un siniestro grave menos (2) que en 2017.

Las obras han sido tradicionalmente uno de los lugares de trabajo con más riesgos. En los periodos analizados el paro se ha reducido cerca de un 15% de media en el sector de la construcción. En la estadística general (187 bajas) los accidentes crecen menos que el empleo, con un 10% más de siniestros, pero se han registrado cuatro lesiones graves y una muerte, cuando el año pasado no se había registrado ninguna.

Los servicios siguen una tendencia similar a la observada en la construcción. Las tasas de siniestralidad y de reducción del paro crecen de forma pareja. Sin embargo, los servicios son de largo el sector más dinámico y el que más siniestralidad presenta. De enero a mayo se han registrado 921 accidentes leves, 53 más que en 2017; seis graves, los mismos que el año pasado; y tres mortales, ninguno un año antes.

Mención aparte merece el capítulo de accidentes ‘in itinere’. De enero a mayo se registraron 205, 30 más que en 2017, un 17% más. Por último, cabe apuntar que los accidentes sin baja fueron 3.099, 86 más que en el año anterior, lo que supone un incremento del 2,85%.

En conclusión, el aumento de la siniestralidad laboral y el empleo van de la mano, pero preocupa, según apuntan los sindicatos, que el repunte de los siniestros de mayor gravedad. En este sentido, la secretaria de Salud Laboral y Juventud de CCOO CyL, Sheila Mateos, subrayó recientemente durante la presentación de los datos a nivel autonómico que las diferentes formas de temporalidad están detrás de cerca del 40% de la siniestralidad laboral. Además, apunta que habitualmente los siniestros graves tienen lugar en las compañías grandes.

Mateos también demanda que la Inspección de Trabajo reduzca los tiempos de intervención, con un plazo máximo de un mes y denuncia que muchas empresas prefieren pagar la sanción en lugar de poner la medida preventiva para evitar más accidentes de trabajo. «Cada siniestro laboral es una agresión para el trabajador», asegura.

La trampa de la carretera

De los cuatro siniestros mortales registrados de enero a mayo en la provincia, dos fueron accidentes de tráfico, con el resultado de tres personas fallecidas. En el primero de ellos, en enero, una colisión entre un camión de gran tonelaje y una furgoneta de reparto en la N-120, en el término municipal de Santa Marina del Rey, se saldaba con la muerte del conductor del vehículo ligero.

La escena se repetía con ligeras variaciones poco más de dos meses después, el 21 de marzo, cuando en las inmediaciones de Valverde Enrique colisionaban dos vehículos, una vez más, destinados al reparto, con la muerte de los dos trabajadores.

Lejos del volante, cuando se trabaja en las carreteras, el riesgo también es elevado, cómo se pudo comprobar el pasado 21 de mayo, cuando un trabajadorperdió la vida al ser arrollado por un camión que perdió el control y se llevó por delante la furgoneta del servicio de mantenimiento. Lejos de las carreteras, pero también en un entorno de riesgo, un día antes del accidente de Santa Marina del Rey, un trabajador de servicios forestales había perdido la vida al caer sobre él un chopo cuando talaba árboles en Quintana de Fon.

Enfermedades profesionales

Las enfermedades profesionales se redujeron de enero a mayo de este año en comparación con el anterior, según los datos recabados por la Secretaría de Salud Laboral de CCOO en la provincia. En total se tramitaron 91 expedientes, uno menos que en 2017. Dos fueron del sector agrario, 26 de industria, siete más, y cuatro de la construcción, 19 de los servicios, cuatro menos. De las 91, 40 no conllevaron bajas, seis menos que en 2017.
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