Longevidad: un ‘campeón’ del mundo, otro de Europa, varios de España y de Euskadi

El más viejo del mundo, el de Europa, varios que han sido y son los más viejos de España y hasta de Euskadi son leoneses que, además, han llegado a esas edades con una más que razonable buena salud y una lucidez que les ha permitido publicar libros o pronunciar recordados discursos con más de 100 años. Algo tiene León...

Fulgencio Fernández
23/01/2022
 Actualizado a 23/01/2022
Saturnino de la Fuente, Francisco Fernández, Miguel Suárez y Antonio Alvarado. | L.N.C.
Saturnino de la Fuente, Francisco Fernández, Miguel Suárez y Antonio Alvarado. | L.N.C.
El titular se repitió en medios de comunicación de todo el país: "Fallece el leonés que era el varón más viejo del mundo". Era Saturnino de la Fuente, nuestro entrañable Pepino, el zapatero e Puente Castro que se fue pocos días antes de cumplir los 113 años. Pero quizás se pasó por alto que esta noticia llevaba otra encadenada o desencadenaba otra, ley de vida: "Un leonés es ahora el varón más viejo de España".

Este nuevo leonés de récord de España es Antonio Alvarado Largo, natural de Remolina, ex alcalde de Crémenes y que vive en la actualidad en la residencia de ancianos de Vegaquemada. Tiene 109 años, hará los 110 en julio, el día 8.

Pero noes la primera vez que vivimos titulares similares: "Fallece a los 111 años Tío Quico, el hombre más viejo de Europa". Fue en 2012 y Francisco Fernández vivía en su pueblo natal, Pinilla de la Valdería, aunque de joven emigró a Uruguay, donde le fue bastante bien pero regresó a España temporalmente, estalló la Guerra Civil y todo aquello se desmoronó, de tal forma que ni siquiera volvió a ir, se quedó en su pueblo y allí trabajó fundamentalmente de resinero.

La Guerra Civil está presente en sus vidas; Saturnino siempre recordaba cómo salvó la vida al estar haciendo un recado cuando se produjo en León el accidente de un avión alemánLa Guerra Civil marcó su vida, como lo había hecho también con el otro récord de longevidad, Saturnino, que siempre recordaba que, de alguna manera, además de muchos años los vivía "de prestado" pues en plena guerra un avión de la Legión Cóndor sufrió un accidente en plena ciudad y "entre los escombros debía estar yo... pero había salido a hacer un recado y eso me salvó la vida". Y por mucho tiempo, como pudo comprobar.

Otro episodio vinculado a la guerra marcaba asimismo los recuerdos de Tío Quico quien, cuando ya había decidido quedarse en Pinilla y trabajaba duro allí recibió el encargo —"más bien la orden y sin derecho a rechistar", solía explicar— de enterrar los cuerpos de unos hombres que había sido paseados en el monte.

Así lo hizo y el hecho le marcó tanto que muchos años después, cuando ya tenía 105 años, llevó a un equipo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) hasta el punto exacto donde estaban los cuerpos y les dio detalles de cómo estaban: "Todos boca abajo y el último boca arriba pues cuando estábamos trabajando escuchamos disparos en el monte y acabamos a toda prisa".

Tío Quico, que fue el hombre más viejo de Europa, tuvo que enterrar obligado a varios fusilados y con 105 años llevó a un equipo de la ARMH al punto exacto donde estaban Era Tío Quico, el récord de Europa, un personaje de un carácter realmente entrañable, que siempre le pedía a la familia que le ofreciera un Cola Cao a las visitas, pues era uno de sus manjares preferidos.

Así tuvo León un récord del mundo y otro de Europa de longevidad; pero también —como ahora Antonio Alvarado— hubo otros leoneses que en los últimos años fueronrécord de España, como Miguel Suárez o Ricardo Álvarez, que curiosamente se sucedieron, y hasta se produce otra anécdota en este mismo campo en la actualidad, un leonés de Villamartín de Don Sancho (21/09/1913) es ahora mismo el hombre más viejo de Euskadi y el segundo más anciano de España, por detrás del citado Alvarado. Y completa el anecdotario de este personaje, de increíble peripecia vital, el hecho de que son "el matrimonio más longevo del país" pues su mujer, Consuelo, tiene 102 años.

Y, además de Alvarado, fueron récord de España en los últimos años otros dos leoneses: Miguel Suárez, maestro e indiano nacido en Genicera; y Ricardo Álvarez, teitador y pastor nacido en los Ancares. El primero de ellos falleció en la Navidad de 2008 a los 109 años y le sucedió en el ranking Ricardo Álvarez, que también llegó hasta los 109 años. Curiosamente, o no tanto pues tanta longevidad seguramente vaya asociada a una naturaleza extraordinaria, todos los nombrados gozaron o gozan, los que viven, de una más que aceptable buena salud y, sobre todo, una lucidez mental digna de admiración. Como lo es la biografía de todos ellos, ejemplos de diferentes modelos de leoneses siempre admirables. De los citados Saturnino fue un zapatero que sacó adelante una familia muy numerosa; Tío Quico es recordado como un excelente trabajador de las faenas de la tierra, especialmente la resina; Ricardo fue teitador, minero y pastor; Miguel era maestro e hizo una verdadera fortuna en México como indiano invirtiendo la mayor parte de sus beneficios en pisos en el Barrio de San Mamés al que sus vecinos de Genicera llamaban "el barrio de Don Miguel" y muchos de ellos le compraron o alquilaron alguno.

Miguel Suárez emigró a México donde le fue muy bien; con 105 años pronunció un recordado discurso el Día de la Constitución sobre su vida, más de media hora sin leer ni un solo párrafoEste indiano al que llamaban ‘Sombrerín’ por su afición a esta prenda, acabó sus días en la residencia Virgen del Camino de San Mamés, con la que mostró una generosidad fuera de lo común.

Buena prueba de la lucidez apuntada anteriormente es el caso de Miguel Suárez, quien con 105 años pronunció un discurso en el acto institucional del Día de la Constitución que nadie de los presentes ha olvidado. Lo llevaba escrito pero no lo leyó, lo sabía de memoria, se titulaba ‘Mi vida en tres siglos’, una realidad que pocos pueden exhibir en su biografía. "No soy un experto jurista, un reconocido historiador o un representante del pueblo. Sencillamente, soy un ciudadano que ha vivido en tres siglos. De mi experiencia vital, con sus alegrías y decepciones, espero que podamos extraer alguna conclusión positiva que contribuya a entender la importancia de nuestra Constitución. Nací hace tres siglos, exactamente hace 105 años, en el pueblo de Genicera. Soy el mayor de ocho hermanos. Y recuerdo mi infancia divertida y alegre, a pesar de las dificultades. Eran tiempos de trabajo en el campo. Siendo aun muy pequeño ya ejercía de pastor y cuidaba de cabras y vacas...". Así empezaba su aplaudido discurso, de más de media hora de duración en la que Suárez ni titubeó.

Curiosamente tres de los longevos leoneses fueron emigrantes, con distinta suerte. A Miguel Suárez, como hemos visto, no le fue nada mal aunque, como explicaba en su discurso, "con trabajo llegamos a abrir hasta siete tiendas. Trabajo y astucia. Porque además de vender frijoles, café molido, azúcar picada, manteca o cereales, envasábamos licor a granel en botellas que pasaban por ser autentico coñac francés o reforzábamos con alcohol los vinos que perdían su “toque” en el viaje en barco desde España. Ahora que ha prescrito el delito, que está lejos la guardia mejicana y que nos encontramos entre amigos, puedo decir que para estas manipulaciones o falsificaciones contábamos con auténticos profesionales en la elaboración de etiquetas, corchos y casquillos".

Mateo está casado con Consuelo, que tiene 102 años , llevan 76 años de matrimonio y ejemplo de lucha A Tío Quico no le fue mal pero la Guerra Civil le hizo perder todo y el tercero, Ricardo, emigró a Uruguay siendo un niño, donde ya estaba su padre. "No me pintó nada bien; me tenían todo el día haciendo recados y pensé, esto lo hago también en España. Y con 14 años, yo solo, cogí un barco y regresé".

Mateo Valbuena no emigró, en su caso tuvo que exiliarse. El de Villamartín siempre es definido en Euskadi como "un ejemplo de dignidad democrática". Fue teniente del ejército republicano y tras el golpe militar se encargó de constituir tres batallones del Ejército de Euskadi, también fue teniente de Carabineros. ¡Su biografía pone los pelos de punta!, escribe Iván Gorriti al recordar que jamás siempre habla de "dignidad" este leonés que era el mayor de 10 hermanos, herido en la guerra, encarcelado y minero al salir de prisión. Escritor vocacional, fue finalista del Premio Planeta, autor de 17 libros, alguno de ellos escrito con más de 100 años.

Aunque la edad es la noticia de estas gentes, la vida lo es mucho más.
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