Logroño 34 - Ademar 30: 'El Ademar se queda contra las cuerdas'

El equipo leonés, incapaz de parar a Dutra y sin portería, igualó una desventaja de 5 goles y entró empate a los 8 últimos minutos, donde Logroño volvió a abrir brecha

Jesús Coca Aguilera
21/09/2021
 Actualizado a 22/09/2021
Jaime realiza un lanzamiento entre los defensores de La Rioja. | JUANJO ACOBI
Jaime realiza un lanzamiento entre los defensores de La Rioja. | JUANJO ACOBI
El Abanca Ademar no está muerto, ni muchísimo menos. Pero sí que regresa de La Rioja contra las cuerdas, sin margen de error y obligado a ofrecer en León otra de esas tardes mágicas europeas que tantas veces ha dejado a lo largo de su historia si quiere meterse en la fase de grupos de la Liga Europea.

Cuatro goles. Esa es la renta que deberán levantar los de Manolo Cadenas, sabiendo además que podría valerles esa cifra dado el alto tanteador de la ida. Y es que los leoneses cayeron 34-30 frente a La Rioja, en un partido en el que parecía que podían volver a León sin opciones cuando se fueron cinco abajo (20-15) al descanso tras una primera parte desastrosa en lo defensivo, reaccionaron hasta poner en diversas ocasiones un empate con el que entraron a los ocho últimos minutos, pero pagaron su escasísima rotación viniéndose abajo en el físico en el tramo final y abriéndose la brecha de nuevo.

Todo abierto pero con La Rioja dando primero gracias sobre todo a Leo Dutra, que como suele ser habitual cada vez que se cruza con los leoneses les masacró. Primero con lanzamientos lejanos. Luego con penetraciones. Cuando llegó un punto en el que la defensa se iba a por él, moviendo el balón y dejando solos a sus compañeros.

Virbauskas penetrando y asistiendo, Jaime dirigiendo y los pivotes haciendo daño sostuvieron el ataque leonés Una exhibición a la que ni siquiera los 12 goles de sus estadísticas hacen justicia y junto a Casado una pesadilla desde la primera línea, a la que nunca fue capaz de frenar la defensa y ante la que naufragó la portería, con porcentajes bajísimos desde nueve metros, y con los dos metas saliendo en la primera parte sin éxito y Panos tocando al menos algún balón durante la segunda mitad.

Exigía ese panorama y esa sangría especialmente en la primera parte un ataque casi perfecto y hasta el 11-10 lo tuvo el Ademar, pero cuando se frenó un poco, yéndose a guarismos más normales, la renta se abrió hasta ese 20-15 con el que se fueron a vestuarios.

Sin embargo, los leoneses reaccionaron muy rápido. De hecho, en sólo nueve minutos ya habían devuelto las tablas al marcador (22-22). La defensa, sobre todo en ese arranque, subía un punto la intensidad y lograba varios robos. Y en ataque cuatro jugadores brillaban, consiguiendo que cuando la facilidad para hacer gol de La Rioja regresaba, lo que se iniciara fuera un intercambio hasta el 28-28 con el que se entraba a los ocho minutos finales.

El Ademar igualó los 5 goles del descanso en sólo 9 minutos de segunda parte, pero le falló el físico al final Uno, indiscutible, Virbauskas. Pierde balones sí, porque lleva mucho peso en el juego y arriesga mucho. Pero con sus penetraciones y también sus asistencias fue quien desatascó la ofensiva, dejando además un ‘golazo’ de vaselina con rosca para enmarcar.

Otro, que ya no sorprende, Jaime como central, en algo que con su rendimiento debe pasar a considerarse como alternativa habitual y no sólo solución de emergencia, pues dirigió al equipo a las mil maravillas dejando además algunos pases de fantasía.

Y los otros dos los pivotes, Liapis y Guilherme, a los que buscaron continuamente y que hicieron mucho daño, con el griego haciendo cinco tantos en una gran segunda parte y el brasileño muy incisivo todo el partido.

Parecía que iba a ser suficiente, pero en el tramo final al Ademar se le apagaron las ideas en esa faceta ofensiva que tan bien estaba funcionando. Y aunque sobrevivió sólo con un 1-0 a una doble inferioridad de más de minuto y medio, el parcial se elevaba a 3-0 en pleno ‘festival Dutra’ y el partido entraba al último minuto y medio con el definitivo 34-30, pues en superioridad Ademar perdía un balón buscando al pivote y Logroño fallaba el último ataque.
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