Lo inútil del retrovisor

26/06/2020
 Actualizado a 26/06/2020
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No sé si por el confinamiento o por toda la cuestión del coronavirus vivimos días en los que la gente se lo está cogiendo todo especialmente con papel de fumar. Los habituales de este espacio sabrán que si algo me ofende especialmente es, valga la redundancia, los ‘ofendiditos’, ante los que toda corrección no será nunca suficiente.

Como buenas esponjas de todo lo que ocurre en los Estados Unidos incluso en asuntos sociales que no son ni mucho menos comparables, estos días comienza a llegar a España la obsesión por derribar estatuas y casi la obligación a sentirnos culpables y pedir perdón por lo que algunas personas de este país hicieron hace 6 siglos.

Y partiendo del hecho de que, obviamente hay conductas inaceptables en 1500 y en 2020, juzgar lo que ocurrió hace 500 años con los ojos de hoy es simplemente ridículo. Es como si alguien criticara a Goya por no haber usado el Photoshop cuando pintó el ‘Tres de mayo’ o llamásemos tontos a los egipcios por no haber utilizado andamios cuando construyeron las pirámides.

Más nos valía a todos pelear por hacer un poco mejor el mundo en el que nos toca vivir y no pasar tanta factura ridícula. Bastantes desigualdades existen en nuestro día a día como para echar la vista atrás, también racismo, que solo de la sociedad depende erradicar y de verdad mirar al pasado con orgullo.

Basta con echar un vistazo a algunas de las informaciones sobre rebrotes de coronavirus en España. Si un estudiante de Madrid que vuelve a casa se lleva el virus consigo no importa tanto como si lo hace un temporero que duerme en la calle y que viene a intentar ganarse la vida en un trabajo que no quiere ningún español. Pequeños gestos hacen mucho y mirar por el retrovisor tanto acaba por viciarle a uno la vista.
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