"Lo complicado fue que sonara realmente pleno"

Domani Sapone es el proyecto musical de los hermanos Diana y Richard Majo que acaba de lanzar al mercado su primer álbum, ‘Volumen 1’, que contiene once canciones de composición propia, temática muy variada y pensadas para una sencilla formación de batería, guitarra y voces

Joaquín Revuelta
15/01/2020
 Actualizado a 15/01/2020
Los hermanos Diana y Richard Majo en una imagen promocional para su primer trabajo discográfico.
Los hermanos Diana y Richard Majo en una imagen promocional para su primer trabajo discográfico.
Domani Sapone es el nombre del power dúo formado por los hermanos Diana Majo (batería y voz) y Richard Majo (guitarra y voz), que hizo su aparición en agosto de 2017 y que acaba de presentar su primer álbum titulado ‘Volumen 1’ grabado en los Estudios Tripolares leoneses bajo la atenta mirada de Juan Marigorta, un disco con once canciones que versan sobre el desencanto de la política o el cambio climático. El disco ya está disponible en las principales plataformas digitales (Spotify, Itunes, Amazon, Google Music) y también en soporte físico en la academia +Qmúsica situada en la calle Martín Sarmiento de la capital leonesa.

Richard Majo, el cincuenta por ciento de Domani Sapone, que actualmente también toca la guitarra en el grupo punk Catalina Grande Piñón Pequeño, reconoce que la idea de formar el dúo con su hermana Diana surgió casi por accidente. «Ya sabes que ahora están un poco de moda los grupos que están sin bajista, que son solo guitarra y batería. La idea surgió con motivo de una fiesta de amigos en Benavides de Órbigo, nuestro pueblo, donde estaban programados una serie de conciertos y nos invitaron a tocar. En aquel momento Diana y yo estábamos tocando en un grupo que se llamaba Debo y hacíamos versiones de los originales Devo y algunas cosas postpunk de los ochenta. El resto de compañeros del grupo, que son María Pérez en el bajo y Andrés Sánchez en la guitarra, estaban trabajando en orquestas en verano y no pudieron acompañarnos, por lo que decidimos intentarlo por nuestra cuenta. El hecho es que nos encontramos muy cómodos en este formato, no nos parecía que aquello sonara muy vacío y consideramos que era un formato que igual sí que podíamos defender. Y desde entonces empezamos a tocar versiones por los bares de la escena leonesa», recuerda el guitarrista del grupo, que confiesa que a raíz de aquello tanto Debo como Las Lauras, donde también militaban, quedaron aparcados para centrarse en la nueva formación, a excepción de la presencia de Richard Majo en Catalina Grande Piñón Pequeño, «un proyecto paralelo que tengo con un chico de mi pueblo que se llama David Verderón y que hace un año o así vino con sus canciones al pequeño estudio que tengo en mi casa y les estuvimos dando forma con el resultado de la publicación hace un par de meses de un primer disco que estamos empezando a tocar. De hecho el pasado sábado estuvimos como teloneros del concierto de Segismundo Toxicómano en Espacio Vías», comenta Majo.

Preguntado por los dos primeros años de Domani Sapone y la elección de ese nombre para la formación, el guitarrista y compositor del grupo comenta que el nombre surge de un viaje que realizaron a Italia años atrás y a raíz de una anécdota que prefiere no  desvelar. «Es una palabrilla que traemos de allí cuya traducción sería ‘Mañana jabón’ y el lema del grupo en relación a eso sería porque ‘hoy vamos a ensuciarnos’», comenta Richard Majo, que reconoce que el grupo no se ha encasillado en un estilo musical propiamente dicho. «Escuchamos música de todo tipo, desde Rage Against the Machine hasta Antonio Vega, Golpes Bajos, Radio Futura... Nosotros empezamos haciendo canciones de Talking Heads, Simple Minds, Depeche Mode, cosas así que muchas veces no tenían nada que ver con la guitarra y sí con el sintetizador pero que pasabas al formato de batería y una sola guitarra. Todo ese tiempo nos sirvió para encontrar la manera de sonar dos personas nada más», sostiene el guitarrista de Domani Sapone, consciente de que cada canción había que adaptarla y defenderla solo con esos dos instrumentos. «Digamos que eso nos dio unas pautas en cuanto a la arquitectura de las canciones, cómo construirlas para que se sostengan tocándolas dos personas nada más. A raíz de un concierto que grabé y experimentando con el sonido se me ocurrió una idea de cómo colocar los pedales, los amplis, para que eso sonara realmente pleno. A partir de ahí es cuando decidimos empezar a hacer nuestras propias canciones».

Richard Majo confiesa que él compone las canciones y su hermana Diana es la que pasa el control de calidad, si bien en el disco vienen firmadas por Domani Sapone, canciones que están pensadas para ese tipo de formación pero que a la vez pueden ser interpretadas por una banda al uso. «Digamos que el proceso de llevar una canción de Domani Sapone a una banda más grande es más fácil que al revés. Entonces, ¿qué ocurría con las versiones?, pues que siempre había algún trozo de la canción que flojeaba un poco. Yo por eso tenía ganas de hacer canciones en este formato para que no cojearan por ningún lado, pero adaptarlas a más gente sí que se podría, muy fácilmente además», sostiene Majo, para quien no ofrece mayores dificultades meter un bajo, un teclado, otra guitarra, etc. «Aquí la batalla es luchar contra el lleno, ser solo dos y que no falten cosas».

Richard Majo no cree que las once canciones que componen ‘Volumen 1’ se rijan por un hilo conductor. «Los temas que tratamos son variados, pero tampoco hay un hilo conductor que rija todo el disco en su conjunto. Abordamos desde la política hasta la visión que la gente tiene de las nuevas tecnologías o el cambio climático, aunque no somos Greenpeace ni nada que se le parezca. De la política decir que no nos gustan ninguna de la caras que salen por la tele, pues ninguna de ellas ofrece posibilidades de mejora. Sin pretender ser humoristas ni nada de eso, incorporamos algo de sorna a las letras de las canciones», argumenta el componente de Domani Sapone.

La grabación del disco se hizo en los Estudios Tripolares con Juan Marigorta en tareas de producción. «Empezamos el pasado 30 de septiembre y la grabación instrumental duró nueve días, que realmente fueron nueve mañanas porque debido a nuestros horarios de trabajo solo podíamos quedar por las mañanas. Diana y yo trabajamos como profesores de música por las tardes. En ese sentido cabe decir que es un disco ‘madrugao’ y fue un proceso complicado», reconoce Richard Majo, que respecto a la hoja de ruta que espera al grupo tras la publicación del álbum reconoce estar algo perdidos. «Es un disco autoproducido y carecemos de manager y cosas de esas. Lo que vamos a intentar es moverlo en todos los medios que estén a nuestro alcance. Lo estamos haciendo ya en las redes pero todavía no hemos empezado a programar presentaciones. Intentaremos tocar en León, Ponferrada, Astorga, Villablino... y lo que vaya surgiendo. Nuestro campo es la música y lo que tiene relación con la promoción la verdad es que se nos escapa un poco».
Archivado en
Lo más leído