Los personajes del tío Ful: Victorino de la Puente

Está leyendo el periódico, siempre está leyendo el periódico pues espera a que nadie lo quiera para no tener prisa, porque lee un rato, lo comenta en voz alta, posa las gafas sobre él y charla un rato con alguien que acaba de entrar al bar, se levanta y juega la partida para regresar después. Gana más veces que pierde porque es un maestro al tute o al dominó, parece que te ve las cartas, juega adelantado... ha creado escuela.

Es Victorino de la Puente, El Cuadrao de Gete, una institución de 90 años «para 91» que se recupera de una operación y disfruta de unos días en el pueblo, todavía sin poder conducir su ‘histórica’ Cauve (DKV), aquella con la que formó más atascos que un rebaño de ovejas en medio de las Hoces de Vegacervera.

Una institución que está en todas las conversaciones, por una larga vida ejemplar, por haber ganado algún concurso de bolos, por alguna historia que cuenta de aquellos paisanos de antes a los que, reconoce, «me gustaría parecerme», porque te la ha preparado al tute con una larga carcajada y un «¡ay burrina!», porque le llama la Cristiana a Ronaldo...
Es El Cuadrao.

Un excelente baúl de recuerdos entre los que están los suyos, de casi 91 años brega. «Siendo casi un guaje fui para la mina, a Bardalla. Bajaba con Adelino en bicicleta y, si nevaba,pues andando. Era muy mala aquella mina, peligrosa, cogías unas mojaduras tremendas...». Por eso nada más que pudo –«en cuanto tuve perras para ello»– se dedicó a lo que le gustaba, «y a lo que conocía, ser tratante».

–Para eso hay que ser serio.
–Lo sería, yo qué sé.

Y fue durante décadas el gran referente en el mundo de los bolos en la comarca, una leyenda desde que quedó Campeón Nacional en 1975. «Y repetí en 1977 por parejas, con Eduardo el de mi pueblo».

En aquel 1975 creó el Campeonato Comarcal de Bolos, que organizó hasta este año, que no ha sido nada bueno para él pues falleció su mujer y se resintió su salud. Pero el Comarcal sigue, hoy se celebra, pues es el mejor homenaje que se le puede hacer a su creador.